Desposeídos

Ya fue anunciado el inicio de la temporada de lluvia para este fin de semana, se cumpla o no el pronóstico, tenemos una enorme preocupación por las personas y las familias que viven en extrema pobreza porque son éstas las que más sufren las consecuencias de la humedad y el frío.

Y no estamos hablando solamente de las que ya están en el padrón de las autoridades para recibir ayudas de despensas, láminas para sus techos, sino de aquellas que no tienen ni quiera una estufa para cocinar, ni goteras porque no tienen techo.

Hay cientos, si no, miles de desposeídos entre indigentes, vagabundos y marginados que viven debajo de los puentes, arrinconados a una pared y bajo quicio de una puerta.

O de aquellos que trabajan en el campo a un lado de las parcelas teniendo como techos una lona azul o de cualquier otro color que no detiene ni el agua ni el aíre de la noche, o quienes, han levantado pequeñas covachas de cartón, trozos de madera y plásticos, a los que llaman su casa.

Ellos no tienen un domicilio oficial, no forman parte de los localizadores de Google, ni se les puede encontrar con el GPS, porque sus necesidades los obligan a deambular en busca de trabajo y comida, mucho menos tienen una credencial de elector para ser considerados “clientes” de los partidos políticos.

Esta vez no vamos hacer un exhorto al gobierno para que los atienda, ellos ya tienen sus padrones, sus mapeos, sus zonas de atención y sus criterios para definir sus prioridades sociales, y si ahí desean seguir, pues que así sea.

El llamado es a la sociedad civil, a las organizaciones no gubernamentales, a clubes, colegios, cámaras y organismos empresariales, para emprender una gran cruzada de ayuda para estas personas a las que le falta todo y no tienen nada.

El Vigía, en el marco de su 18 aniversario, queremos expresar nuestra mayoría de edad ocupándonos de estas personas, hombres, mujeres, niños, ancianos.

Para ello vamos a emprender una gran cruzada de apoyo desinteresado, en el que deseamos vernos acompañados de la sociedad y sus organizaciones, gente que tienen la fortuna contar con una mejor suerte, para llevar a esos hermanos desposeídos un poco de calor en la forma de una cobija o un poco de alimento que los haga felices por lo menos algunos días de sus vidas.

Un bastón, una silla de rueda, una muleta, un catre, cualquier cosa que para nosotros puede significar nada, pero para ellos todo.

Vamos a celebrar juntos el 18 aniversario de El Vigía, el periódico de Ensenada siendo solidarios y celebrar la vida ocupándonos de nuestros semejantes que sobreviven en el infortunio y que bien merecen un poco de amor.

Pronto iniciaremos una gran campaña en la que esperamos tu participación. Ya te diremos cómo ayudar y dónde comunicarte.