LA TURICATA

Cine en blanco y negro

Por José Carrillo Cedillo
miércoles, 25 de noviembre de 2020 · 01:33

Stan Laurel y Oliver Hardy, conocidos mundialmente como el Gordo y el Flaco, pasaron con honores a fulgurantes destellos de superestrellas, a la historia del cine. Hardy, el flaco, nació el 18 de enero de 1892 en Atlanta, Georgia, murió el 7 de agosto de 1957 en Burbank, California.

Su padre era abogado y él siguió la misma carrera y obtuvo su título en la Universidad del estado de Georgia; pero su verdadera vocación la reveló al unirse a una compañía de teatro de aficionados y fue actor y cantante en los barcos que incluían un espectáculo.

Trabajó durante cuatro años como modesto actor y se inició en el cine en 1925 con la productora de films cómicos de Hal Roach y ahí conoce a otro bufón de pequeño nombre, Stan Laurel, un inglés que había llegado a USA con la compañía de pantomimas de Karno en la que era primer actor Charles Chaplin. El Gordo, su nombre completo es Stan Laurel, cuyo verdadero nombre es: Arthur Stanley Jefferson, nació el 16 de junio de 1890 en Tynemouth, Lancashire, Gran Bretaña, murió en Santa Mónica, California el 23 de febrero de 1965.

Sus padres estaban dedicados al teatro, actores y empresarios de una pequeña compañía, de tal modo que se formó en la escena y acabó por entrar a la compañía de Fred Karno cuyo astro era Charles Chaplin, momento decisivo para su carrera pues Roach era el segundo productor después de Mack Sennett.

Fue Roach el que tuvo la idea de juntar a El Gordo y El Flaco, ya de por sí el contraste de entrada era gracioso y su éxito fue grandioso. Viajaron y fueron reconocidos, la pareja era una mina de oro para el productor, pero las esposas de ellos también intervenían, sobre todo la del Gordo que también era actriz.

Roach le regaló un pasaje de ida en barco para Australia más una buena suma de dólares para que se separara de Stan y él pudiera aceptar un largo contrato para filar más películas, pero todo se terminó al enfermarse el Flaco y morir.

De todas las parejas cómicas que después proliferaron, la de Laurel y Hardy ha sido hasta la fecha, la mejor, con un sistema cómico bien desarrollado, bien combinado con diversos elementos de manera más sutil, muestran lo básico de la risa: el contraste.

Para ese momento el gran estrella era Harry Langdon un buen actor cómico que llevaba 17 años de trabajar en el vodevil y según crónicas, le costó trabajo adaptarse al cine de Mack Sennet en su compañía Keystone Donde, ya que sus películas eran febrilmente alocadas, aun así el éxito de Langdon fue arrollador, según un libro de Sennett, Langdon fue el mejor cómico de esa generación, incluyendo a Chaplin y se le acusó de que tal éxito se le subió a la cabeza y se divorció de su esposa y se daba lujos en el estudio y contaba con gastos abiertos pagados por el estudio, lo cual produjo una serie de lambiches y mujeres a su alrededor y terminó peleando con el director, al que ya no obedecía e intentó fundar su propia compañía y dirigir él mismo sus películas, lo cual lo llevó a la debacle sin poder reponerse, y terminó escribiendo gags para El Gordo y El Flaco agregando a esto que su nueva esposa gastaba el dinero a manos llenas como si fuera interminable. El dinero de otros es el que no duele gastarlo.

jcarrillocedillo@hotmail.com

 

 

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