DESDE LA NOTARÍA
Del testamento ológrafo
Por Lic. Diego Monsiváis Franco*Hace tiempo se modificó el Código Civil del Estado para derogar las disposiciones relacionadas, entre otro tipo de testamentos, las del Testamento Ológrafo.
Algunos abogados que veían en ambos una fuente lícita de ingresos se sintieron inquietos con esta situación, pues dejarían de percibir sus honorarios por asesorar a la gente en este tipo de actos.
No obstante, las razones que orillaron al gobierno y, en particular al Poder Legislativo, fueron motivadas por aspectos justos y pensando en el pueblo.
Los abogados, disgustados, alegaron miles de excusas, -que no razones-, para revertir estas situaciones, no motivados por desear que el pueblo estuviera mejor asesorado, sino que ellos estuvieran mejor remunerados.
Dentro de las argucias que señalaron, fue la relativa a que con ello hicieron de los Notarios un monopolio. Nada más fuera de la realidad jurídica y más alejada de los intereses del pueblo.
En primer lugar, porque los notarios no ejercemos una actividad económica y que por lo mismo se nos pueda aplicar la ley de monopolios: Los Notarios ejercemos una función pública que compete al Estado proporcionar a la población, pero que ha encomendado a los Notarios por no poder proporcionarla el propio Estado, dada la cantidad de actos y las más importantes funciones del Estado.
Por otro lado, en otra ocasión se explicó que el Testamento Ológrafo es de los documentos más difíciles para elaborar por parte de un particular sin conocimientos legales y sin una asesoría experta. Desde hace siglos, los Notarios hemos estado elaborando los Testamentos Públicos Abiertos y por lo mismo nos constituye en expertos en la materia con experiencia milenaria.
Por su parte, los particulares estuvieron haciendo Testamentos Ológrafos que fueron en muchas ocasiones rechazados por no reunir los lineamientos que la Ley de la materia exige. Veamos por qué:
El testamento ológrafo debe ser hecho de puño y letra por el testador; debe hacerlo por duplicado; ponerlo en un sobre y cerrarlo; comparecer ante el Registrador y ratificar que en los sobres se encuentra su testamento, firmando al mismo tiempo un par de testigos.
Para ser más claro, cuando daba mi cátedra de derecho civil en la Universidad Autónoma de Baja California, en más de una ocasión puse a mis alumnos a que elaboraran un Testamento Ológrafo y, por regla general, fallaban en varios aspectos o realmente no podían hacerlo.
Si estudiantes de derecho con ese grado de educación no podían hacerlo o lo hacían defectuoso, ¿qué puede esperarse que gente con conocimientos hasta primaria pudieran logar con sus testamentos ológrafos?
Por otro lado, ese tipo de testamentos, cuando ya llegase el momento de fallecimiento del testador, tenían qué abrirse en un juzgado, provocando el evidente congestionamiento de expedientes y volviendo poco expedita la consumación de la legalidad del testamento ológrafo.
Que los abogados podrían auxiliar a los particulares en la elaboración de estos testamentos, resulta dudoso; no sólo por su falta de experiencia sino porque se opone a la más elemental característica de este tipo de testamentos: su privacidad.
Como dije, este testamento lo hace el testador de su puño y letra, lo que supone su privacidad. Pero, además de esto, el testador debe saber lo que significa un albacea; debe saber lo que es un heredero particular y un heredero universal; debe saber lo que es un heredero sustituto y un albacea sustituto, etc. ¿Y cómo lo puede saber el testador, si no hay un experto que se lo explique?
Pensar en la gente para que tenga un asesor experto en un Testamento Público Abierto, es lo más correcto, no para el Notario ni para el abogado, sino para la gente.
Buscar formas para tener más trabajo los abogados, es cuestión de imaginación y creatividad, no de pelearse con lo que es más benéfico socialmente y encontrar una figura como el Notario para acusarlo de monopolista y pelear de esa manera para intervenir en una actividad que siempre ha sido más propia del Notariado. Y haber derogado las disposiciones relativas al testamento ológrafo, es lo mejor que pudo hacer el Estado.
*Titular de la Notaría Pública Número 5 de Ensenada
diegomonsivais@notaria5ensenada.com
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