Las mujeres y el vino

El Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV), que por primera vez en 72 años es dirigido por una mujer, quiere mostrarle al País que ésta no es sólo una industria de hombres.

Con el lanzamiento de su campaña “Las mujeres de la uva mexicana”, la asociación de productores de uva y vino mexicanos quiere dignificar el papel de la mujer en esta industria, mostrar las diferentes carreras del sector y contar la historia que hay detrás del trabajo de cada una de ellas: quiénes son y qué están haciendo.

Paz Austin, directora general del Consejo, detalló que la campaña arrancará el próximo 18 de marzo y será un evento en el que enólogas, sommeliers, catadoras, académicas y representantes de la industria compartirán charlas y ponencias para exponer la importancia de su papel como mujeres.

Mujeres de campo, científicas, expertas en procesos con visión empresarial para exportar y comercializar, serán algunas de las participantes procedentes de diferentes Estados, como Baja California, Coahuila, Aguascalientes y San Luis Potosí.

“Este es un sector abierto para las mujeres. Hay espacio de trabajo, hay espacio de realización, de desarrollo de creatividad; esta es una invitación a las mujeres, hay un espacio para ellas”, comentó la directiva.

Entre los planes y proyectos que el CMV tiene también para este 2020, se encuentra el mapeo de la participación actual de las mujeres y los hombres en el campo de la uva y el vino en general.

Se trata de recabar información sobre el número total de mujeres dedicadas a esta industria, su edad, las labores que realizan y el resto de tareas asociadas al sector.

“Antes no se habían hecho estudios de género, de participación de hombres y mujeres y este año se trae en agenda”, comentó Paz Austin.

El cultivo de la vid para vino junto con la uva mesa para consumo humano representa la segunda fuerza de mayor empleo del sector hortofrutícola en México con apoyo a más de 500 mil jornaleros agrícolas.

La producción de la uva y el consumo per cápita de vino en México se duplicó en los últimos cinco años. El promedio per cápita por mexicano aumentó de 450 mililitros en 2012 a un litro en 2018.

Fuente: Agencia Reforma