CARACOL, UN MUSEO PARA TI

El Cielo de Baja California

Por Fernando Ávila*
sábado, 25 de abril de 2020 · 00:00

Baja California tiene en el corazón de su estado un lugar extraordinario. Arriba en las montañas, donde las nubes rara vez llegan y la contaminación de las ciudades jamás lo hace, se dan las condiciones para observar las estrellas con una claridad que te hace pensar que puedes tocarlas con las manos.

En este lugar encontramos al Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir (OAN-SPM), el cual es operado por el Instituto de Astronomía de la UNAM. Para preservar los increíbles cielos nocturnos que permiten el estudio del Universo, el OAN se acercó a las autoridades municipales de Ensenada hace más de 15 años. El propósito de esas reuniones era implementar un mecanismo que cuidara este recurso natural por las siguientes décadas, además de obtener ahorros económicos a la ciudad.

En el año de 2006, se aprobó el Reglamento para la Prevención de la Contaminación Lumínica en el Municipio de Ensenada, o la Ley del Cielo como se ha conocido de manera popular. Desde entonces la Ley del Cielo ha ido extendiéndose y modernizándose. Actualmente los municipios de Mexicali (aprobada en 2011) y Tijuana (2018) cuentan con un reglamento municipal. A nivel estatal, encontramos que la contaminación lumínica está incluida en la Ley de Protección al Ambiente, y en la Ley de Desarrollo Urbano. Lo más reciente, es que en noviembre de 2019 la cámara de senadores aprobó de manera unánime la inclusión del exceso de luminosidad como un contaminante en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente y serán la Secretaría de Energía y la Semarnat las encargadas de su vigilancia. Con las nuevas normas federales, se espera que no sólo los observatorios astronómicos sean beneficiados, sino también parques nacionales, áreas naturales protegidas, zonas arqueológicos, entre otros.

Un cambio fundamental que se ha dado en la Ley del Cielo en los últimos años, está relacionado con dos hechos en áreas muy diferentes entre sí. Por un lado, la tecnología LED para la iluminación se volvió muy económica, eficiente y duradera, una respuesta casi ideal a los problemas del alumbrado público.

Por el otro lado, se ha descubierto que la luz blanca con un alto componente de azul, afecta los ciclos naturales de los seres vivos. Este ciclo natural llamado ritmo circadiano le valió el premio Nobel de medicina a sus descubridores en el año 2017, y en particular es la luz azul la que rompe con la etapa de descanso tan necesaria en los seres vivos.

Las nuevas versiones de la Ley del Cielo toman en cuenta esto y por ello recomienda que el alumbrado público use luminarias con luz cálida similar a las viejas lámparas de sodio, pero con mejor reproducción de color para no afectar la seguridad pública y vial.

Quizá, esto último sea lo más importante de resaltar de la Ley del Cielo. Las medidas necesarias para proteger nuestros maravillosos cielos, son también una herramienta para tener una mejor iluminación exterior que sea segura en todos los sentidos, y al ser eficiente energéticamente, amigable con nuestro medio ambiente.

*Oficina de la Ley del Cielo. Instituto de Astronomía, UNAM.
 

...

Comentarios