LA BUFADORA

BUFADORA

Por El Mosquito
miércoles, 3 de junio de 2020 · 00:00

Después de Estados Unidos, nuestro país ocupa el nada honroso segundo lugar mundial con una población mayoritariamente obesa, mientras que Baja California encabeza la lista de personas con sobrepeso a nivel nacional, condición que detona padecimientos como la diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, razón por la cual el Covid-19 puede llevar a la tumba a bastantes mexicanos y no sólo al segmento de adultos mayores o personas afectadas por otros padecimientos graves.

Y como todos los días lo repite el secretario de Salud en Baja California, Alonso Pérez Rico, hoy los residentes de esta entidad fronteriza pagan las consecuencias de haberse alimentado por décadas con comida chatarra, y contra eso la única vacuna es cambiar de hábitos, mejorar la dieta y hacer ejercicio, pero dicha transformación lleva tiempo e implica el establecimiento de nuevas políticas públicas en materia alimentaria y de educación física, temas que en la actualidad no se discuten en congresos ni cabildos, porque la mayor parte de quienes integran la clase política en el poder en México son hombres y mujeres que no realizan ninguna actividad física, tampoco practican algún deporte y consumen platillos ricos en sal, carbohidratos y grasas, acompañadas con bebidas azucaradas o con graduación alcohólica, además de la gran cantidad de fumadores y adictos a las sustancias prohibidas. Así que todos los días la ingesta de calorías, azúcar refinada, licor y sal rebasa por mucho los estándares recomendados para mantenerse sano. Es por eso que no es raro observar en las aulas de preescolar y primaria a infantes con bastantes kilos de más.

¿Qué lecciones nos está dejando esta pandemia?, ¿encontrar la vacuna en verdad será la solución?

Preocupa que no se hagan planteamientos serios sobre lo que debe modificarse para fortalecer el sistema inmunológico de los seres humanos. La familia, la escuela, los medios de comunicación, partidos políticos, el sector empresarial, las asociaciones civiles y el gobierno también deberían promover una discusión al respecto y efectuar acciones que eviten el lento suicidio de la gente por sus pésimas costumbres.

Después del Covid-19 vendrán otras pandemias, como ya ocurrió con la influenza h1n1 en 2009, pero el comportamiento social no se alteró, porque todos quieren regresar a la “normalidad”, a proseguir con las mismas rutinas. ¿Y qué tal si la normalidad a la que estábamos acostumbrados no regresa?

Esta contingencia constituye una excelente oportunidad para fomentar la solidaridad, fraternidad, reciprocidad, el diálogo, la reconciliación y alentar las tareas comunitarias. Suena a idealismo, pero las visiones cortas nos mantendrán en la pobreza.

Desmemoriados
Al final de la administración del panista José Guadalupe Osuna Millán, el ex presidente municipal priista de Tijuana y ex candidato perdedor a la gubernatura frente al propio Osuna, el empresario casinero Jorge Hank Rhon fue detenido y recluido en la cárcel, pero al poco tiempo fue liberado. Más adelante, cuando otro blanquiazul, Francisco Vega de Lamadrid, arribó a la gubernatura no sólo presumía su buena relación con el señor de las apuestas, sino que hasta incluyó a gente de su confianza en su gabinete, pero los dirigentes, militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN) jamás cuestionaron eso; es por ello que no sería nada raro que el próximo año, si la gubernatura se queda de seis años, Hank Rhon encabece una alianza de partidos, incluido el PAN, en algo así como todos contra Morena.

Sin figuras con prestigio, lo que queda del panismo echará al bote de la basura su doctrina, para integrarse a una coalición electorera que le permita conservar el registro, recibir financiamiento público y alcanzar cargos de representación proporcional. ¿Por qué nadie levante la mano dentro del PAN para contender por la gubernatura?, ¿o habrá algún ciudadano distinguido que acepte abanderar sus siglas? Aquí en Ensenada llevan una década en la banca, en parte porque utilizaron este municipio como moneda de cambio para las alianzas que pactaron en el centro del país. Lo peor para ellos es que no se advierte en el corto plazo surja una figura competitiva. Su burocracia interna los aniquiló, se convirtieron en un clan familiar de bajo perfil. Y lo más absurdo es que hoy denuncian lo que en su momento no quisieron resolver cuando detentaban el poder. No es posible darse baños de pureza cuando te condenan años de negligencia, opacidad y corrupción.

¿Se imaginan a los “panistas” enarbolando la bandera del hankismo?
 

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