LA TURICATA

Construyamos el futuro

Por José Carrillo Cedillo
sábado, 4 de julio de 2020 · 00:49

Cuando ganó la presidencia el señor Fox, aun los que no somos panistas nos alegró su triunfo y su sexenio se inició con grandes expectativas pues por primera vez funcionaron los caza cerebros para nombrar a los miembros de su gabinete; poco a poco esa buena idea inicial se fue desvaneciendo por diversas razones y el señor se dedicó por incapacidad política, a pasar su periodo nadando de muertito y muchos de sus ministros declararon su contrariedad al tener que acordar con la señora Marta, quien era la encargada del despacho.

El sexenio fue fallido y se desaprovechó la oportunidad histórica de hacer un verdadero cambio y en la práctica el nuevo gobierno fue otro PRI, corregido y aumentado. No fue un regalo de Cedillo, recuerdo en la campaña aquella junta que tuvieron los candidatos en que furtivamente tratando de no aparecer en cuadro se vio la figura del ex presidente Carter atrás de las sillas de los candidatos; el señor no creo que vino en visita de buena voluntad, sino a que se cumpliera la exigencia de que el PRI dejara el poder después de haber sido calificado, como “la dictadura perfecta”, incluso se supo que Charles De Gaulle envió a México a sus teóricos políticos a estudiarlo, para copiar el sistema.

Ahora con el nuevo gobierno de un partido integrado por diferentes corrientes y plagado de oportunistas, diplodocus, lobos con piel de cordero, se ve difícil que se logre este cambio profundo para aliviar la tremenda disparidad en la repartición de la riqueza. Muchos estamos de acuerdo en que se requiere urgentemente la inversión para mejorar la educación y con ello salir adelante en este momento histórico. Requerimos jóvenes mejor preparados; pero los obstáculos son conocidos, confluyen muchos problemas añejos y muchos se echan la bolita uno a otro.

Propongo que se elimine por ley la gran ayuda económica que se les da a los partidos políticos y que todos (obviamente también el partido en el poder) se rasquen con sus uñas, que coticen sus integrantes para su sostenimiento. Esta modalidad (de “ayuda”) fue un invento del PRI cuando la crítica internacional indicaba que aquí no había oposición. (También la modalidad de los plurinominales, para que hubiera “contrapesos” en las cámaras).

La teoría política indica que un partido se forma en torno a una ideología, un proyecto de nación, y competir pacíficamente para la toma del poder político. Bien, pues que se suprima por ley dar “ayuda” a los muchos chapulines, trepadores, negociantes, politiquillo y payasos “salvadores de la patria”, vividores del presupuesto y que ese dineral se aplique a mejorar la educación, empezando con dar desayuno y comida (no chatarra) a nuestros niños de primaria de toda la república de escuelas oficiales, extendiendo el horario de trabajo de nueve a cinco; eso dará un mejor aprovechamiento pues barriga llena corazón contento, (el Ejército camina con el estómago, decía el señor Bonaparte), extender el horario permitiría trabajar mejor las materias de español y matemáticas, pero adjuntando al profesor del grupo, a verdaderos especialistas de esas materias y liquidar la vieja práctica del profesor todólogo, además alcanzará el tiempo para otras materias, como educación física, tecnológica y educación artística desde el punto de vista lúdico y con esto salgo inmediatamente al paso de los que van a opinar que los niños se cansarán; por otro lado con esta nueva modalidad se acabarán las odiosas tareas sobre la mesa del comedor después de cenar. Desde luego esto es sólo un esbozo que requerirá ampliación curricular con nuevas materias y nuestros niños arribaran a la secundaria, como navaja de barba.

Lograremos con ello, la anhelada educación integral de nuestros niños. Como se puede ver a primera vista, se crearán nuevas plazas de diferentes ocupaciones y para esto se necesita mucho dinero y nuevo enfoque. No es una utopía irrealizable, en otros países funciona y con ello tendremos mejores ciudadanos. (Y menos levanta dedos).

jcarrillocedillo@hotmail.com 

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