Formación de estudiantes expertos

Si nos presentaran a un joven que ha estudiado piano durante nueve años o a una joven que ha estudiado danza clásica durante el mismo período, seguramente esperaríamos que el pianista tocase maravillosamente ese instrumento y que ella bailase de manera estupenda.

¿Qué podríamos esperar si nos hablaran de jóvenes que han estudiado durante nueve años, cinco días a la semana? ¡Claro, unos buenazos para estudiar! Pues cualquier joven que haya ido al preescolar, a la primaria y a la secundaria tiene 12 años de práctica en el estudio, debería ser uno de esos alumnos brillantes para estudiar.

Así que, uno de los objetivos principales del sistema educativo debe ser que los alumnos aprendan a estudiar, que sean estudiantes expertos. El camino no es fácil ni inmediato, ni bastará una serie de recomendaciones como: encontrar horarios adecuados, lugares tranquilos, bien iluminados, entre otras sugerencias en apariencia razonables, pero imprácticas.

Habrá que conservar la curiosidad innata de los niños, incrementarla, hacerles ver la importancia de saber, de estar preparados; para poder reflexionar sobre cualquier situación que se les presente y poder tomar decisiones sobre las posibles alternativas, la más eficaz y eficiente.

Actualmente hay muchas maneras de promover y satisfacer la curiosidad, pero será indispensable la presencia del profesor, quien propondrá a los alumnos de manera muy atractiva, el tema por abordar; con un plan de búsqueda para que se logren los objetivos planteados en el programa escolar. Al satisfacer el plan de búsqueda, los alumnos elaborarán una reflexión sobre lo que aprendieron, cómo está relacionado con sus conocimientos previos, cuáles fueron las palabras desconocidas que encontraron, que aprendan su significado y la trascendencia de sus descubrimientos. El profesor estará siempre presente para orientar, estimular y evaluar a sus alumnos. Hará ver que no basta decir ya terminé, habrá que formar el hábito de preguntarse ¿qué aprendí?

En algunas ocasiones el alumno quedará muy entusiasmando para replicar algún experimento que encontró en su búsqueda, se le tendrá que apoyar para que todo el grupo participe, aprenda y se interese en llevar a la práctica lo que se encontró en la búsqueda.

¡Claro que se necesita una forma nueva de escuela!, ya estamos en el siglo 21, con problemas y herramientas propias de la época. En general las clases serán con una explicación breve, pero muy motivante, los alumnos tendrán en sus equipos de cómputo a su disposición: donde escribir, donde almacenar datos y procesarlos, diccionarios para palabras que desconozcan, buscarán en Internet lo que se les propuso en el plan de trabajo, se les dará tiempo para que amplíen su búsqueda, no tendrán limitaciones en caso de que lo encontrado no esté en español, se podrán ayudar de los traductores de la red, cotejarán la información que obtengan, para que adquieran el hábito de evitar creer lo primero que encuentran, sin cuestionar su veracidad y posibilidad.

Así, tendremos alumnos con tres, nueve, 12 y 15 años de estudio que serán estudiantes expertos; de otra manera, será simular que se les enseña.

*Matematiké, JUBI-UNAM-CNYN.