LA BRÚJULA

Doña María Kahwagi Gastine de Saad (Un corazón abierto hacia los demás)

Por Heberto Peterson Legrand
lunes, 21 de septiembre de 2020 · 00:00


Nacida en Beirut, Libano, hija del sacerdote católico maronita, Pedro Kahwagi y de Doña Alma Gastine. Hizo sus estudios de primaria y secundaria en el colegio de Saint Joseph, donde cursó sus estudios en árabe y francés.

Es muy importante mencionar que su principal formación se debió a la intensa convivencia con su abuelita paterna quien fue una de las primeras mujeres en cursar altos estudios a principios del siglo pasado cuando no se ofrecía dicha oportunidad a las mujeres. Mucho de lo que aprendió de ella fue a través de cuentos, anécdotas y ejemplos llenos de sabiduría y buenas costumbres heredados de generaciones anteriores de Medio Oriente.

El año de 1947 a su padre el sacerdote Pedro Kahwagi le asignaron venir a México para ofrecer su vocación a la Comunidad Católica Maronita. Doña María, siendo la hija mayor tuvo la oportunidad de acompañar a su papá en sus viajes tanto en la República Mexicana como a los EU, mientras su madre Alma permanecía en el hogar cuidando y vigilando la educación de sus hermanos menores.

Doña María ha sido una voraz autodidacta que siempre está leyendo e instruyéndose, de allí su amplia cultura.

Durante las travesías que hacía con su padre, participó en numerosos eventos, gracias a los cuales adquirió la vocación altruista que es de todos conocida y que lo hace con un profundo amor.

Antes de contraer matrimonio con Don Wadi Saad Andrés el año de 1950, fue muy activa como maestra de francés y en el programa de radio de la hora libanesa, dando a conocer la Cultura y las Tradiciones de su natal Líbano.

Ya una vez establecidos en Ensenada de inmediato se presentó ante las Madres de la Caridad donde está hoy La Casa Hogar del Anciano. Hacían labores sociales en las colonias inscribiendo a los niños en el Registro Civil, buscando escuelas y útiles escolares para los niños que no estaban estudiando y promoviendo ayuda a donde más se necesitaba.

El año de 1952 entró a formar parte del club de Leonas. Durante los años 1953-1954 fue presidenta y en dos diferentes años más fue nuevamente electa a tan distinguido cargo. Con el club de Leones trabajó en Operación Vista y en la organización de las convenciones de ciudades hermanas.

Por invitación de la señora María Funcke de Ramírez, Presidenta del DIF Municipal se encargó de formar la Escuela para Padres de Familia y de primeros auxilios en las colonias alejadas, actividad que continuó con las siguientes presidentas del DIF: Distinguida Sra. Leonor de Olguín y distinguida Sra. Raquel de Pérez Pazuengo. Se le encomendó formar el intercambio estudiantil a nivel internacional y las clases de manualidades a las Madres de familia.

Por invitación del Lic. Don Evaristo Bonifaz, entró a formar parte de la primera mesa directiva de la Cruz Roja, junto con la Ing. California Sánchez Zertuche.

Fue comisionada para la organización, de los eventos recaudatorios y colectas, trabajo que desempeñó por muchos años.

Formó parte de la mesa directiva de los padres de familia del Colegio México como la primera presidenta. Al darse cuenta de que solamente había primaria, con el apoyo de los padres de familia organizaron eventos recaudatorios y con la buena voluntad de la Madre Anita se construyeron aulas para la secundaria y preparatoria. Ésta última se cerró cuando llegó el Cetys a Ensenada. Actividades que le produjeron enorme satisfacción porque era para el bien de todos sus hijos.

En Casa Hogar del Anciano es hasta la fecha voluntaria y benefactora. Participó en muchas conferencias para la conservación de los valores humanos y trascendentes y sobre la importancia de la mujer en el hogar y el cuidado de las futuras generaciones, entre otras más.

En el año de 1981 entró a formar parte como fundadora del Grupo Cultural 20 Mujeres de Ensenada en el cual sigue militando hasta la fecha. Grupo al cual acuden cada semana funcionarios, científicos, catedráticos, intelectuales y ciudadanos dedicados a las más diversas actividades que como expositores enriquecen el conocimiento sobre el quehacer de los ensenadenses en sus más diversas actividades.

Doña María, como constatamos, es una mujer que con su bella presencia y su incansable actividad ha sido una ciudadana que, si bien nació en el bello Líbano, varias veces le he escuchado expresar su amor por México y su vida ha sido encarnación de la auténtica caridad cristiana que vivió en su hogar.

Una dama muy fina y educada que no discrimina a nadie y se ha ganado el corazón de quienes la conocen, porque su corazón está siempre abierto hacia los demás y el estar cerca de ella se siente el aroma de toda una Dama.
 

 

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