DESDE EL VIGÍA

Los días más grises

Por Editorial El Vigía
martes, 22 de septiembre de 2020 · 00:31

Después de cinco meses de vivir el confinamiento, de la suspensión de las más elementales actividades, como trabajar, estudiar, pasear y convivir, la población vive una profunda incertidumbre sobre el futuro. Sus empleos, sus negocios, sus estudios, su futuro.

Estos han sido, por mucho, los días más grises en la historia contemporánea, por la evidente y real amenaza para la salud y la supervivencia de personas clasificadas en los grupos de riesgo, por su edad, hábitos o padecimientos preexistentes, como diabetes, hipertensión y deficiencias cardíacas.

El ánimo y el positivismo que nos regala la familia y los amigos para sobrellevar el aislamiento, no alcanza a llenar el vacío de una expectativa rota, de sueños inconclusos y metas inciertas, que antes de la pandemia, representaba la fuerza motora de nuestros diarios esfuerzos.

Sin una vacuna que pueda entregarse a la población en el corto plazo, sin un tratamiento que logre el consenso de la experiencia médica, sin un pronóstico sobre la capacidad de los hospitales, sin una fecha para el regreso al trabajo o la escuela, y sin un cuando poder salir de casa con la confianza de no ser infectado transcurren estos días que nos han obligado a reencontrarnos con hábitos que antes extrañábamos, como el pasar más tiempo en familia.

Cinco meses de aislamiento que han sido para evitar el colapso de los hospitales, pero han derrumbado empresas consolidadas y empleos, que eran la certeza del sustento en incontables hogares.

La otra crisis está por venir.
La caída en la economía es de dimensiones inimaginables.

Los pronósticos van del 10 al 30 y 50%, que se traduce en más pobreza, carestía y escasez.

Menos impuestos –ante la falta de actividad productiva- y menos calidad de los servicios que presta el Estado Mexicano.

Nadie lo imaginaba hace cinco meses y pocos se atreven a hacer un pronóstico para los siguientes meses.

Por una parte, en la salud comprometida en el largo plazo entre quienes sufran crisis respiratoria, y por el otro, en las iniciativas para reactivar la economía.

Sobrevivirán a esta crisis de salud y económica quienes gocen de un organismo resistente y quienes diseñen desde hoy, una nueva forma de sobrevivencia.

Existen incontables actividades económicas, de salud, alimentos, accesorios médicos y otros que han resurgido en la pandemia, a contrapelo de las que han cerrado sus puertas.

Existe también un mayor conocimiento de la población sobre los alimentos que le son más saludables y hábitos que debieran quedarse para siempre, en la higiene y protección de patógenos.

Como nunca, esta es la hora de la creatividad, la innovación y el sentido común para diseñar las alternativas ante los retos que nos plantea el futuro.

Quien lo haga, desde ya, podrá estar garantizando para él, los suyos y su entorno, una vida mejor y más digna.
 

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