Las reacciones

Las reacciones y acciones del gobierno de López Obrador en relación con la crisis de salud son de risa. No se puede ser más miope políticamente, porque desde luego que estamos ante un escenario en que la economía del país se ha contraído a niveles insospechados y la recuperación económica tardará no sabemos cuánto tiempo.

Desde luego es posible hacer algunos pronósticos en materia económica conforme la economía se reactive, pero la realidad es que estamos situados ante un escenario adverso.

No sabemos qué suceda, pero la realidad es que entre el desempleo provocado por el virus, más la presencia de personas que en la calle buscan desesperadamente una solución no podemos hacer mucho.

Lo único viable es entonces que el gobierno obtenga fondos del banco central, que para eso está, para soportar las crisis financieras.

Las finanzas del país quedaron colapsadas desde el principio. El virus aún no se ha alejado y conforme el tiempo va transcurriendo el virus se disemina pero no cede. Ese es el problema.

Si las personas no obedecen las indicaciones no podemos cambiar el semáforo, y las personas ya empiezan a acostumbrarse a ese ritmo de vida.

Tendremos que vivir y convivir con el virus.
Esta situación no es desde luego agradable, pero no tenemos otras opciones.

Si las personas no toman conciencia el semáforo no cambiará.

Por lo demás, no queda más que esperar y continuar con las medidas de protección.

Nada podemos hacer salvo eso.
Y desde luego la vida de todos cambiará para siempre. Ya no podremos aglomerarnos como lo hacíamos en antaño.

La vida es breve y un compás de espera.
Así las cosas, no tendremos más opciones que voltear al pasado y cuestionarnos a nosotros mismos si los fallecimientos han valido la pena para tomar conciencia de lo que ocurre.

Hasta entonces no tenemos otra opción.

¡Nos vemos pronto!

alfonsotorr@gmail.com