EL SOPOR DEL BUITRE

¿Buenos resultados?

Por Gerardo Sánchez García*
viernes, 22 de enero de 2021 · 01:31

El pasado lunes 18 de enero el presidente municipal, Armando Ayala Robles anunció que viajaría a la Ciudad de México “para solicitar el respaldo de la federación en el tema de seguridad”.

En el boletín se puntualizó por parte del alcalde que sería un viaje de “exigencia” (¡Ajuaaa!), pues “pese al esfuerzo que diariamente se realiza, no se ha tenido el avance deseado en lo referente a los delitos de alto impacto, específicamente, en los homicidios que en últimas fechas se han acrecentado en la ciudad y cuya investigación no es competencia de la administración municipal”.

Resulta raro que un funcionario de la 4T admita que las cosas no han salido como lo prometieron, pero es un hecho innegable que con los muchos muertos, calcinados, descuartizados, decapitados, heridos y narcomantas, los criminales locales ocupan algo más que muchos abrazos.

Sin embargo, dos días después el miércoles 20, en el boletín 130/21 de la Fiscalía General del Estado, Juan Guillermo Ruiz Hernández (alias “El Titi”), en una video-reunión con el Primer Comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, destacó -textual- “los buenos resultados que se han logrado en la entidad”. (¿¡¡¡&%$#$%&?).

En el comunicado “El Titi” -un hombre optimista merece un trato afectuoso-, agregó que esos “buenos resultados” se han dado sobre todo en Tijuana “con la disminución de homicidios en el año recién concluido”.

¡Sí!, ¡Tijuana!, la misma ciudad que nuestro gobernador Jaime Bonilla descalifica diariamente por su número de asesinatos, al grado tal que hasta al alcalde de ese municipio, Arturo González Cruz, lo acusa de ser sospechoso de un homicidio.

Asimismo el optimismo delincuencial de “El Titi” contrasta con los resultados del mes de diciembre de la organización Semáforo Delictivo que ubica a la entidad en el Top Ten (primeros diez lugares, traducción de cortesía para los que no tatachan el inglish) en los siguientes delitos: homicidios, narcomenudeo, robo de vehículo, violencia intrafamiliar, robo a comercio y casa habitación.

“Buenos resultados en la entidad”, frase ofensiva para la inteligencia ciudadana, sobre todo para los ensenadenses que también somos parte de ese Estado al que hace referencia nuestro Fiscal General.

¡Ay Chihuahua cuánto apache!
En México la discriminación hacia los indígenas tiene cinco siglos y se ha penetrado de tal manera en la cultura nacional que en ocasiones se vuelve imperceptible. Hoy los grupos y comunidades indígenas de Baja California han iniciado la lucha por ocupar las candidaturas que por derecho le corresponden de acuerdo a las acciones afirmativas para ese sector social del Instituto Estatal Electoral.

Tuvo que hacerlo así el IEEBC por el desdén y desinterés del Congreso del Estado para legislar en la materia.

Sin embargo, ocupar esas candidaturas no parece tarea fácil, primeramente tendrán que vencer una estructura jurídico-electoral densa y lenta, después la marrullería de dirigentes partidistas expertos en simular que cumplen con la ley sin hacerlo.

Luego deberán resolver sus diferencias políticas, personales, de grupo y hasta culturales. Tienen, no obstante, un elemento común que puede ser su mayor fortaleza: la opresión que por 500 años han sufrido todos ellos de diferentes maneras.

Si logran encauzar esto su fuerza social y electoral dejará de ser un mero requisito y juego de cuotas simuladas.

Solo para sexagenarios
Si usted es menor de sesenta años y además no le gusta el fútbol no siga adelante en esta lectura. Arroje el periódico, váyase a otra página o columna digital con temas realmente importantes.

Este segmento es sólo para hombres nostálgicos y tristes por la muerte de Gustavo “El Halcón” Peña, el mítico capitán de la selección mexicana que en el Mundial de 1970 logró el primer pase de México a cuartos de final.

A los 78 años murió el responsable de la primera explosión de júbilo e histeria nacional colectiva por un penalti anotado a Bélgica. Jugador recio -le decían “El Halcón” por la dureza y precisión de sus barridas las cuales efectuaba dando un salto previo para tomar mayor fuerza-, un caballero en las canchas a pesar de su rudeza, ídolo para los entonces niños.

“El Capi” Peña, su glorioso penal, visto en televisión blanco y negro, no sólo es nostalgia, es también un golpe brutal al darse uno cuenta que ese glorioso recuerdo infantil y colectivo tiene ya más de medio siglo.

*El autor es periodista y atlantista

elsopordelbuitre@hotmail.com

 

...

Comentarios