CARACOL, UN MUSEO PARA TI

La educación ambiental

Por Jean Ávila
sábado, 23 de enero de 2021 · 00:00

Se sienten tan lejanos e insólitos aquellos días donde recibimos y atendimos a cientos de personas en conferencias, en recorridos y en los stands del Día de la Tierra, Noche de las Ciencias o expo ambientes...

Los grupos escolares y familias iban y venían llevándose risas, respuestas, asombro, manualidades y, con algo de suerte, uno que otro dato curioso atesorado en sus mentes; dejando a cambio enormes cantidades de entusiasmo y esa chispita que notas se prende dentro de alguien cuando descubre algo nuevo. Esa expresión es para nosotros, los educadores ambientales, nuestra recompensa más grande.

Nunca me imaginé como educadora ambiental; créeme que jamás me imaginé que mi trabajo constaría de conseguir lombrices, hacer experimentos, prenderme la mano en fuego, caminar por cerros, ser traductora de un lenguaje técnico-científico a un lenguaje coloquial, hacer videos, talleres, charlas, teatrinos y hasta contenido museográfico en busca de nuevas y divertidas formas de entender la naturaleza.

Porque la Educación Ambiental va más allá de reciclar, es hacer conciencia sobre nuestro entorno, entender los procesos de la naturaleza y aprender a respetarlos. Entender nuestra California, observar sus ciclos, conocer su fauna, admirar su flora.

No podemos seguir ignorando el medio ambiente que nos rodea; nuestro suelo, nuestro mar ni nuestro cielo. ¿Cuándo fue la última vez que volteaste a ver las estrellas? ¿Por qué la Luna afecta a las mareas? ¿Por qué siempre hay un lado de los cerros más verde que el otro? ¿No te has preguntado por qué estuvimos a 30ºC en medio del invierno?

Son esos pequeños detalles los que conforman nuestro entorno, algunos pasan inadvertidos para la mayoría, pero habemos pocos, pocos pero locos que por azares del destino miramos a través de un telescopio, microscopio o a través de los lentes de otro loco y quedamos fascinados, enamorados de lo que vimos y se lo queremos contar a todo el mundo, queremos compartir ese sentimiento de asombro, de entusiasmo y de curiosidad. Trabajar con grupos tan diversos me ha enseñado que esa capacidad de asombro no es exclusiva de la infancia, te acompaña el resto de tu vida, pero debes alimentarlo constantemente.

Son tiempos difíciles para (o para dedicarse a) el medio ambiente, sobre todo en un país

donde cada vez hay más recortes a la ciencia y a las dependencias ambientales, donde la divulgación y educación ambiental no recibe el reconocimiento ni la remuneración que merece.

El próximo martes será el Día Mundial de la Educación Ambiental: quiero dedicar este espacio a mis colegas que desde su trinchera están concientizando, sensibilizando, impartiendo conocimiento y entendimiento, participando y contribuyendo en hacer un ambiente más sano y una sociedad más informada.

También aprovecho este espacio para invitar a la comunidad a acercarse, conocer y apoyar los múltiples y hermosísimos proyectos ambientales, de investigación, conservación y de divulgación que se están desarrollando aquí en Ensenada. Y por supuesto invitarlos a Caracol.

*Departamento de Divulgación Caracol
 

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