HOY EN LA PLAZA

El diálogo continúa… (Continuación)

Por: Ricardo Harte*
lunes, 11 de octubre de 2021 · 00:00

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Como decíamos ayer, el diálogo es una de los vehículos de salvación de la humanidad. Pero el dialogo “escuchante”. El diálogo verdadero que parte de la sincera necesidad de encontrar la verdad entre todos. Nadie es poseedor de la verdad completa. Algunos más que otros, pero todos tenemos algo que aportar que sea útil para construir ese camino que nos permita descubrir o ratificar quiénes somos, a dónde vamos - arremetió D. Sebas en este lunes de Octubre, en que nuestros amigos se congregaban, como siempre, en torno a un buen vino.

Ya la noche había borrado los últimos intentos de la tarde de permanecer, aunque sea lánguidamente, en el escenario de la Plaza.

Aquellos bullangueros pájaros que no cesaban de parlotear contándose los avatares del día, habían callado. Estaban en silencio. Somnolientos. Esponjados y muy apretujados en sus nidos, cual pelotitas de plumas.

El último vestigio de aquel día tan soleado, tan luminoso, era la muy tenue brisa marina que seguía chismorreando sobre las corrientes, las velas, las olas, los peces…aquel inmenso universo que palpitaba, muy cerca de la Plaza, fuera de día o fuera de noche.

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Te escuché muy atentamente, querida Sra. Elsa. Lo que dijiste tiene un enorme sentido. Explicaste muy bien cuál era tu objeción de conciencia con respecto a la interrupción legal del embarazo. Y debo confesar que, aunque no coincido con las conclusiones a las que no llevarían tus reflexiones, ahora te entiendo mejor, me ubico en tus zapatos – aportó la Maestra Mercedes.

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Sí, me sumo a lo que comenta Mercedes- intervino Agustín, nuestro historiador- creo que el gran desafío, y lo hemos dicho una infinidad de veces, es aprender a escucharnos.

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Y retomando el tema – intervino Don Sebas – considero que es importante ponernos de acuerdo en qué plano del diálogo nos ubicamos. Podemos recorrer las diferentes dimensiones del tema, pero lo que no debemos hacer, por ahora, es exponer ideas desde un punto de vista y contestar a esa exposición desde otro punto de vista. Claro que en algún momento tendremos que integrar todas esas dimensiones, pero para avanzar, creo que debemos ponernos de acuerdo en que, si vamos a hablar de lo legal, o de lo correcto, o de lo científico, o de lo moral, o de lo religioso, tenemos que dialogar en las mismas dimensiones.

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Sí, pero sin olvidar que hay dos “macro” dimensiones: lo racional y lo emocional.

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De acuerdo, sí. Por ello no tiene caso que los argumentos emocionales, de fé, de creencias, se les responda con argumentos científicos.

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Bueno. No sé. Más bien considero que a los argumentos científicos, racionales, no se les debe enfrentar con argumentos emocionales o religiosos. Es decir, al revés. Porque si no, estamos, otra vez, en el escenario de que la ciencia indica de que la tierra nos es el centro del sistema solar, pero la interpretación de los documentos religiosos dice lo contrario.

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Sí. En el caso del aborto, la ciencia seria todavía no es contundente en determinar con precisión en qué momento el embrión se le puede considerar persona. Y no respondamos con lo que dice la Constitución, ya que ahí está claro que persona es el ser que nació, no antes. Pero estaríamos revolviendo las dimensiones. Pero la ciencia sí es clara en que no es defendible el argumento de que, desde la concepción, son personas, son hijos de Dios. Para ello es necesaria la existencia de una zona cerebral específica, que en el principio de la concepción no existe, como no existe el corazón, los pulmones, los ojos. Nada, es solo una pequeña masa informe.

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Bueno, esto va para largo- agregó Don Sebas- por ahora los invito a un brindis: salud por la conversa.

Risas, alegres, de cariño. De respeto. De escuchantes que disfrutaban atendiendo y entendiendo al otro.

*Arquitecto uruguayo radicado en México desde hace más de 50 años

ricardoharte@yahoo.com.mx

 

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