DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Lucha contra el cáncer de mama

Por: Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 21 de octubre de 2021 · 00:51

Desde la década de los 50 del siglo pasado, el mundo, y en especial México, vivimos notables cambios beneficiosos en la salud poblacional, con descensos paulatinos de la mortalidad y la reproductividad, así como incrementos de la esperanza de vida al nacer, esto ha propiciado que la población adulta mayor sea más numerosa, la cual requiere atención especializada por ser un grupo de mayor vulnerabilidad a enfermedades crónico-degenerativas, tales como el cáncer.

A partir del año 2006, en las mujeres mexicanas, el carcinoma mamario se convirtió en la primera causa de muerte y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), mueren por cáncer de mama alrededor de 14 mujeres por día.

Los principales factores de riesgo de contraer cáncer de mama incluyen una edad avanzada, la primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, consumo de anticonceptivos hormonales, abuso de licor, tabaco y ser de raza blanca.

El cáncer de mama es el crecimiento anormal de células malignas, existen dos tipos principales, el carcinoma ductal, que es el más frecuente y comienza en los conductos que llevan leche desde la mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar que inicia en los lobulillos, lugar donde se produce la leche materna.

Las costumbres cambian y como consecuencia nuestra salud se ve modificada en función de cómo inciden en nosotros dichos cambios.

Reza un nuevo refrán: Antes las mujeres cocinaban como mamá y ahora beben y fuman como papá. Esto que pudiera parecer gracioso, nos muestra cambios dramáticos que amén de beneficiar, han afectado severamente la salud de las mujeres; y no es que quiera verme sexista, por que en verdad, no lo soy.

Las personas en nuestro afán de emanciparnos desde tiernas edades de nuestra vida, cometemos atropellos a nuestro cuerpo: los niños al creerse mayores, quieren hacer las cosas por ellos solos y sólo logran caer y ocasionarse daño.

Los jóvenes se sienten adultos y fuman, toman, tienen sexo prematuramente y nuevamente un refrán: Dios perdona siempre, la pareja casi siempre y el cuerpo: NUNCA. Lo que le hagamos al cuerpo, tarde que temprano, éste, se cobrará la factura.

Desde mediados del siglo pasado, los médicos nos dejamos convencer por parte de la industria alimentaria, de que los sustitutos de leche materna eran igual o superior a la misma naturaleza y dejamos de orientar a las madres en función de propiciar la lactancia humana, es más, hasta aquellas que deseaban continuarla, las desalentábamos y esto trajo como consecuencia que paulatinamente se fuera perdiendo tan importante recurso y trajo aparejado el incremento de otros problemas como el que hoy están padeciendo un gran número de mujeres. La industria alimentaria troqueló en los médicos que la leche materna era para los pobres y la fórmula era para quien pudiera pagarla, así de estúpido fue el mensaje.

El cáncer de mama es el tumor maligno ginecológico más frecuente en la mujer; en la actualidad, la incidencia en todo el mundo se estima en 720.000 casos por año, lo que equivale aproximadamente al 20% de todos los cánceres.

De hecho, en los países desarrollados, el cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres de 35 a 64 años de edad. Sin embargo, del 17% al 36% de todos los cánceres de seno, se producen en mujeres menores de 40 años.

Si las mujeres amamantaran a sus hijos durante doce meses o más (algo que tiempo atrás solía ser lo normal), la incidencia de cáncer de mama descendería del 6.3% al 2.7%. En consecuencia, la tendencia moderna a no amamantar parece ser un factor crucial para el reciente incremento de los tumores de mama.

Este fenómeno ha sido confirmado por estudios epidemiológicos que indican que, cuando una mujer no amamanta al pecho a sus hijos, aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. De hecho, ese riesgo disminuye a un ritmo del 4.3% por cada año que una mujer amamanta a sus hijos.

Lamentablemente, el número de mujeres que optan por la alimentación con biberón es frecuente, circunstancia que contribuye en gran medida a la paulatina desaparición de la lactancia materna.

En conclusión, la lactancia materna por periodos de tiempo superiores a doce meses, no sólo proporciona a los niños numerosos beneficios para su salud, sino que también puede proteger a la madre de enfermedades graves, como lo es el cáncer de mama, convirtiéndose así en un aliado potencial en la lucha contra los tumores de mama.

Hombres, mujeres y niños, todos debemos apoyar en la lucha contra el cáncer mamario. Apoyemos a las madres a que puedan lactar a sus hijos por períodos recomendables, dos años o más, es excelente y si aunado a ello, no fuman, no abusan del alcohol ni tabaco, la tendencia creciente del cáncer mamario, disminuirá notablemente en las próximas décadas.

*El autor es médico pediatra

sicardi53@gmail.com

 

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