LA BUFADORA

BUFADORA

Por: El Mosquito
sábado, 13 de noviembre de 2021 · 00:00

 
¡No queremos jonrones, ¡queremos frijoles!, podría ser el grito de guerra de quienes se oponen a que el presidente López Obrador destine tanto dinero para restaurar estadios y promover el béisbol, su deporte favorito; pero se trata de un viejo reclamo, porque en 1985, el año previo al Mundial de Futbol que se celebró en México (1986), el reclamo era: ¡no queremos goles, queremos frijoles!

El malestar se justifica porque existe una oficina que depende directamente de la presidencia, que dispone de 3 mil millones de pesos para remodelar escenarios donde se practica el denominado (en Estados Unidos) “rey de los deportes”.

En Baja California existe una gran afición al béisbol, pero en términos cuantitativos hay más ligas y jugadores de futbol, y por mucho, en comparación a las personas que juegan en los diamantes de la entidad.

En Ensenada sólo hemos tenido un alcalde que en verdad es fanático del balompié, como César Mancillas Amador (2004-2007), y antes Ernesto Ruffo Appel (1986-1989) le gustaba el tenis; y a Óscar Sánchez del Palacio (1992-1995) le gustaba el ciclismo, mientras que Marco Antonio Novelo Osuna (2016-2019) también es un apasionado del tenis.

Sin embargo, la inversión en infraestructura deportiva en Ensenada es muy pobre, al grado que no se ha terminado el estadio de Valle Dorado, y tampoco se etiquetan presupuestos para fomentar el deporte popular en las colonias, y ya llevamos más de 30 años concentrando todos los recursos en el alto rendimiento, que no es algo malo, pero sí bastante limitado.

Cuchillito de palo
¿Por qué no establecen el servicio civil de carrera en los gobiernos federal, estatales y municipales, para así evitar el nepotismo y las aviadurías?

Extravagancias
Amar no es pecado, pero cómo presumirlo sí es algo cuestionable, al menos para los dogmáticos seguidores de la 4T.

Al respecto, aunque reconoció que Santiago Nieto, ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), es un abogado recto, el presidente López Obrador advirtió que no tolerará extravagancias.

A una semana del escándalo desatado por la boda del ex funcionario -que involucró hasta la retención de 35 mil dólares no declarados a uno de los invitados-, el mandatario sostuvo que quienes laboren en su gobierno, deben apegarse a normas de austeridad.

“(…) Si me preguntan ¿cuál es el plan? Acabar con la corrupción, y ya le agregamos: y las extravagancias, y los lujos, y lo superfluo. La austeridad republicana. Lo que sí, que nosotros no podemos tolerar nada que afecte la transformación del país”, sostuvo el político tabasqueño.

Durante su conferencia matutina, López Obrador criticó a quienes buscan llegar a un cargo para enriquecerse o hacer negocio hasta con los baños públicos.

“Y apenas ocupaban esos cargos, a los dos meses, tres meses, las fiestas los fines de semana y a cambiar de automóvil, y al año, a los dos años, a mudarse de la colonia a otra de más nivel”, apuntó.

El pasado lunes, Nieto renunció como titular de la UIF. Su salida fue anunciada 14 horas después de que el presidente considerara que su suntuosa boda y los incidentes que la rodearon no corresponden a la conducta de un funcionario de la 4T.

Sería bueno que le pasaran el decálogo a varios políticos de Baja California que en el discurso dicen ser austeros, pero en los hechos son todo lo contrario.

Revés a salarios

 La Suprema Corte de Justicia de la Nación, propinó el primer revés a la nueva Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que impulsó el actual gobierno para que ningún servidor público gane más que el presidente de la república.

Por tres votos contra dos, la Primera Sala de la Corte autorizó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para seguir pagando salarios superiores al del presidente, hasta en tanto se resuelven en definitiva las controversias contra esa ley vigente desde el 20 de mayo de 2021.

El ministro Fernando Franco había negado el 7 de julio pasado la suspensión al IFT. Esto lo dejaba en riesgo de tener que sujetarse, a partir de 2022, a salarios inferiores a los 1.7 millones de pesos anuales netos que gana el presidente.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Instituto Nacional Electoral (INE), el Banco de México y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) también han promovido controversias contra la nueva ley, pues buscan mantener los salarios de 2018, es decir, sin el recorte de casi 50 por ciento que el presidente Andrés Manuel López Obrador aplicó a su salario en 2019.

La Corte puede tardar más de un año para resolver sobre la Constitucionalidad de la nueva Ley de Remuneraciones, periodo durante el cual el IFT y otros órganos que ganen suspensiones similares, podrán pagar salarios más altos.
 

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