Países ricos y pobres

El 26 de marzo de 1967 se publicó la encíclica Populorum Progressio del Papa Pablo VI, que habla del Desarrollo de los pueblos y especialmente “aquellos que se esfuerzan por escapar del hambre, de la miseria, de las enfermedades endémicas, de la ignorancia; que buscan una más amplia participación en los frutos de la civilización…”.

Debido al poco espacio con que cuento sólo transcribiré algunas líneas que dará a conocer a muchas personas que la Iglesia, tanto en sus encíclicas como en discursos de los Papas ante la Asamblea de las Naciones Unidas, han hecho un llamado a favor de los más vulnerables.

Pablo VI dice:… “El desarrollo integral del hombre no puede darse sin el desarrollo solidario de la humanidad. El hombre debe encontrar al hombre, las naciones deben encontrarse entre sí, como hermanas, como hijas de un mismo Padre que está en los cielos…”.

“…La fraternidad universal debe buscarse en la solidaridad, en la justicia y en la caridad ecuménica. Hay que ayudar a los pueblos débiles y pobres. Lo superfluo de los países ricos debe servir a los pobres. Pues los pueblos ricos serán los primeros beneficiados con ello. Es necesaria la constitución de un Fondo mundial. Deben seguir existiendo los acuerdos bilaterales y multilaterales para la finalidad asistencial…”. “...Combatir la miseria y luchar contra la injusticia es promover el progreso humano espiritual de todos, y el bien común y la paz de la humanidad”.

En su discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas, Pablo VI dijo el 4 de octubre de 1965, entre otras cosas: “…vosotros habéis consagrado el gran principio de que las relaciones entre los pueblos deben regularse por el derecho, la justicia, la razón, los tratados y no por la fuerza, la arrogancia, la violencia, la guerra y ni siquiera, por el miedo o el engaño…”.

“…Vuestra vocación es fraternizar no a algunos pueblos sino a todos los pueblos. ¿Difícil empresa? Sin duda alguna. Pero ésa es la empresa, tal es vuestra muy noble empresa. ¿Quién no ve la necesidad de llegar así, progresivamente a establecer una autoridad mundial que esté en condiciones de actuar eficazmente en el plano jurídico y político?...”.

“Que nadie, en su calidad de miembro de vuestra unión sea superior a los demás: Que no esté uno sobre otro. Es la fórmula de la igualdad. Sabemos sin duda que hay que considerar otros factores además de la simple pertenencia a vuestro organismo. Pero la igualdad también forma parte de su constitución, no porque seáis iguales, Sino porque aquí estáis como iguales. Y puede que, para varios de vosotros, sea este un acto de gran virtud…”.

El 25 de septiembre de 2020 el Papa Francisco ante la Asamblea de las Naciones Unidas dijo que: …“Los organismos financieros internacionales han de velar por el desarrollo sostenible de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a sistemas crediticios, que lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia…”.

“…En este contexto, cabe recordar que la limitación del poder es una idea implícita en el concepto del derecho. Dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica de justicia, significa que ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de otras personas singulares o de sus agrupamientos sociales…”.

“… El abuso y la destrucción del ambiente, al mismo tiempo, van acompañados por un imparable proceso de exclusión…” La crisis ecológica junto con la destrucción de buena parte de la biodiversidad, puede poner en peligro la existencia de la especie humana…”.

Juan Pablo II y Benedicto XVI, también pronunciaron ante la Asamblea de las Naciones Unidas memorables discursos que vale la pena leer.

En ODECO (Organización para el desarrollo de la Comunidad), llevamos tiempo dedicándoselo a la Doctrina Social de la Iglesia que es rica en su contenido y toca una vasta información sobre temas de política (no partidista, sino en el sentido amplio de la palabra), en educativos, culturales, económicos, antropológicos y sociales entre otros donde no se dan recetas sino una visión ética y moral que ilumina mucho.

*Miembro de Odeco