LA BRÚJULA
Sociedad dividida
Por: Heberto Peterson LegrandCuando participa uno en diversas reuniones, ya sea de amigos o de algún tipo de organización, las reflexiones que se suscitan al interior de las mismas nos enriquecen cuando de ellas se obtienen frutos para el bien social...
Quienes escribimos nos retroalimentamos de aquellas reflexiones, independientemente de las reflexiones propias y ello nos permite trasladar al lector aquellas preocupaciones, inquietudes y opiniones para que él mismo saque sus propias conclusiones.
Hay grupos muy heterogéneos como lo son Los Madrugadores, donde encontramos: políticos de diversos partidos, empresarios, científicos, académicos, periodistas, escritores etcétera, que de alguna manera reflejan el sentir de diversos sectores de la sociedad.
Hemos podido constatar como en distintas ocasiones se han roto relaciones entre empresarios, el sector se ha dividido; el divorcio que en el pasado se dio entre gobierno y sociedad, otra división que daña el tejido social; divisiones dentro de los partidos políticos que mucho los debilita...
Lamentablemente en distintos momentos la presencia de una sociedad apática, indolente, también ha estado presente: una sociedad que ha dejado que los hechos sucedan, que se decida sin tomarla en cuenta.
Las divisiones desgastan tremendamente a los organismos, los hace improductivos si no logran remontar sus problemas. Las divisiones son el más claro reflejo de la falta de solidaridad y así no se llega a ninguna parte: los proyectos se derrumban, la misión y la visión quedan sólo en la especulación, no hay motivaciones que puedan alimentar las acciones si no se vive la solidaridad.
Hay instancias de gobierno, sean estas federales o estatales, que no toman en cuenta la voluntad del pueblo y a distancia toman decisiones que reciben el repudio de la sociedad la cual quiere, y con todo derecho, externar su opinión y aportar sugerencias.
Hoy que están de moda los muros que a través de la historia han demostrado su fracaso, pensemos en esos otros muros que los humanos ponemos: los muros de la incomunicación, los muros de la soberbia, los muros del te ignoro, los muros de mi fuerza frente a tu debilidad, los muros de la insolidaridad, los muros de la injusticia, los muros de la sordera, los muros de la impunidad...
En una sociedad plural debemos construir los puentes de la comunicación, los puentes de la buena voluntad, los puentes de la solidaridad, los puentes de la justicia, los puentes para alcanzar el bien común, los puentes de los derechos humanos...
Los medios de comunicación no deben alimentar las divisiones que existen entre los distintos sectores que conforman el tejido social para con ello obtener mayores tirajes, mayor lucro, mayor posicionamiento porque ello hablaría de un periodismo que no tiene valores éticos sino utilitaristas.
Debemos madurar como sociedad, debemos tomar como puntos de referencia una serie de valores que nos permitan estar unidos dentro de las diferencias que podamos tener y buscar los caminos de convergencia para superar los obstáculos por bien de la sociedad toda y de nuestras familias; para sembrar el futuro y poder ser competitivos en todos los ramos de nuestra actividad: política, económica, cultural y social.
Quienes alimentan la división de la sociedad buscando sus egoístas intereses deben recibir el repudio de todos pues siempre es mejor construir que destruir, hermanarnos que convertirnos en enemigos acérrimos, ya es tiempo de amar más a nuestras comunidades sembrando y encarnando los valores: de la lealtad, responsabilidad, laboriosidad, amistad, congruencia, amor, solidaridad, justicia y paz, entre otros, para vivir en Armonía.
...