LA VERDAD SEA DICHA

Gesta deportiva, desgraciadamente olvidada (Primera parte)

Por: Guillermo Hurtado Aviña
miércoles, 24 de noviembre de 2021 · 02:00


En unos días más se cumplirán casi treinta años de aquella vergonzosa acción emprendida por el entonces gobernador Ernesto Ruffo Appel, en contra de los deportistas de Ensenada, consistente en quitarles todos los campos deportivos del municipio, tales como el Antonio Palacios, Cepillo Salgado, Tigre García, Jesús Zapata, Ernesto Moreno de El Sauzal, Prieto Soto, Nuevo Ensenada y, en fin, todos los campos utilizados por los deportistas de diferente disciplina, con el propósito vil de concesionarlos a personas que quisieran invertir en ellos.

Como es del conocimiento de casi todos, gesta significa hechos o conjunto de hechos memorables, en este caso de los deportistas.

En ese tiempo, el INJUDE, hoy INDE, confesó que no podía dar servicio a todos los espacios deportivos del Estado, por lo que procedió a transferirlos a los municipios, de los cuales solo Ensenada aceptó, por lo que empezó a hacer los trámites buscar personas que quisieran hacer negocio con los espacios deportivos.

Cuando esto inició servidor era presidente de la Liga de Béisbol Infantil y Juvenil de Ensenada, A.C., de manera que cuando el bien recordado periodista de deportes, Armando Castañeda, tuvo la idea de convocar a todos los presidentes de las diferentes ligas deportivas, a una reunión en la que se analizaría la situación del deporte, pude estar presente junto con otros 16 presidentes.

En esa reunión celebrada en un lugar secreto, se tomó la decisión de formar la Unión de Ligas Deportivas de Ensenada, A.C., de la cual, a propuesta del propio Armando, fui electo presidente por todos los asistentes; Antonio Villalvazo, del fútbol, quedó como secretario y Jesús Zapata, del básquetbol como tesorero.

En esa reunión estuvo presente Manuel Montenegro, quien actuaba como apoyador de los deportistas, pero como de acuerdo al estado las cosas, estaba en riesgo la venta de cerveza, que era su negocio, Manuel no volvió a pararse en las posteriores reuniones, pues no era dado a dar la cara por nadie cuando había problemas como los que estábamos enfrentando.

En una ocasión estando en Tijuana acompañado de los abogados. Guilebaldo Silva Cota y Raymundo Beltrán Pérez, me topé con el gobernador Ruffo, quien me dijo en tono que me pareció de broma, “tú eres el que anda metido en los campos”, no, le respondí, que el que anda metido eres tú.

Fue una lucha tremenda, en varias ocasiones platicamos con Oscar, el presidente municipal, pero un futbolista que era su secretario de gobierno, cuyo nombre no recuerdo, ni quiero recordarlo, traicionando a su gremio, mal lo aconsejaba, lo que dificultaba un arreglo.

Estando en una asamblea, alguien nos dio el pitazo de que en la madrugada del día siguiente, las autoridades que querían quedarse con los campos, procederían a tumbar la barda del Antonio Palacios que da a la calle nueve, de manera que de inmediato les dije a los compañeros, que estaríamos presentes para evitar ese atropello, y en eso estábamos cuando nos llega el aviso de que se había suspendido la tumbada de barda.

Tuve varias pláticas sobre el asunto con dos diputados que por ya haber fallecido no menciono sus nombres completos, solo diré que uno era Luis y el otro César. Este estaba a favor de las autoridades panistas.

Como esto da para más, continuaré en la siguiente entrega. Sí va a estar pendiente ¿Verdad?
 

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