DE DERECHO Y ALGO MÁS

El poder del Estado frente al individuo

Por: Juan Ricardo Pérez Zayola*
sábado, 27 de noviembre de 2021 · 01:31

Otto Von Bismarck, instituyo allá a finales del siglo XIX el primer sistema de pensiones a favor de la clase trabajadora fijando la edad para recibir dicho beneficio los setenta años, se dice que al momento de estarse discutiendo la aprobación de la ley de seguridad social el líder de la oposición liberal le pregunta palabras más palabras menos si estaba consciente que de aprobarse el proyecto haría dependiente al pueblo alemán de por vida del Estado a lo que se dice que Bismarck, respondió que ese era precisamente su objetivo.

De esta forma Bismarck, asestaba un gran golpe a los socialistas de aquel entonces impulsando y aprobando una reforma de carácter social, la cual de fondo era benéfica para los trabajadores, pero en su forma no lo era porque la edad fijada para tal beneficio no respondía a la media de vida del sujeto promedio de aquel entonces.

Lo anterior viene a colación porque actualmente vemos un intento de injerencia del Estado mexicano en la vida de los ciudadanos, basta con ver la propuesta de reforma al artículo 35 de la Constitución Federal que pretende regular la vida interna de las empresas privadas nacionales, la cual de aprobarse las obligaría a una igualdad sustantiva y paridad de género en su organización interna no solo en la plantilla laboral sino también en sus órganos directivos.

Sin embargo, esta no es la única acción concretada o que se pretende concretar en un modelo impulsado por el gobierno federal que conlleva un sentido de injerencia Estatal en el desarrollo de las instituciones públicas o privadas, cuya natural obviamente pretende lógicamente aumentar el poder del Estado.

En este mismo sentido podemos señalar los diversos programas sociales que vistos desde una óptica liberal, en efecto no buscan acabar con el gran rezago nacional que es la pobreza, sino solo buscan hacer dependientes a los ciudadanos precisamente del poder estatal.

Así las cosas, este tipo de acciones van de la mano de una militarización en la vida y desarrollo de la sociedad en general, impulsada obviamente por el gobierno federal, basta ver cuantas obras han sido encomendadas a las fuerzas armadas quienes han pasado de desarrollar labores de seguridad a realizar actividades propias de empresas particulares del ramo de la construcción o inclusive como se anunció de hacerse cargo del abasto de medicamentos.

Ahora bien, todas estas acciones que se traducen en obras, programas, etcétera, dependen de la aprobación del gasto público y este a su vez se nutre de la captación y recaudación fiscal que realizan el gobierno a través del cobro de impuestos destinándose cada vez más y más dinero público para tales actos, dinero que no es el del estado sino que es dinero captado de la sociedad mexicana dejando a un lado los grandes contribuyentes quienes sostiene la vida económica nacional son precisamente los pequeños y medianos empresarios, los profesionistas y los emprendedores que son minoría en un país donde se ha fomentado más el aspirar a ser empleado público o privado que a ser emprendedor.

El otorgar de forma directa o indirecta más poder al Estado respecto de su gobernado más allá de la función natural de este, resulta ser peligroso y la historia lo ha demostrado en infinidad de ocasiones, ya que el individuo pierde autonomía frente a un aparato gubernamental que busca minimizarlo y reducirlo al interés estatal por encima de su interés individual sacrificando en algunas ocasiones sus derechos individuales siempre con la excusa del interés estatal o del interés social aunque en la práctica solo se busque mantener el poder estatal a costa de la libertad y el desarrollo natural del ciudadano.

*Licenciado en derecho, maestro en juicio orales

jperezayola@gmail.com 

Twitter @PerezZayola

...

Comentarios