BUFADORA

 
Una vez más el ostricultor ensenadense Sergio Guevara Escamilla, vuelve a ser noticia, en esta ocasión al recibir en las instalaciones de su empresa a la mismísima titular de la Secretaría Federal del Trabajo, María Luisa Alcalde Luján, quien visitó Baja California y se dio una escapadita para acudir a la granja donde el empresario cultiva moluscos bivalvos, en la Bahía de Ensenada, y también recorrió su planta de proceso en el recinto portuario.

Y es que, de acuerdo con información recibida, el oceanólogo y maestro en Economía, ha integrado a su empresa, “Baja Shellfish Farms”, al programa federal de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, a fin de dar oportunidad a muchachos de entre 18 a 29 años para aprender y buscar una forma digna de vivir.

Con todo ello como contexto, es interesante mencionar que el también presidente de la CANAINPESCA en Baja California, es un personaje que se ha dedicado a trabajar y a construir una empresa próspera, pero también a voltear a ver a la sociedad para entender las necesidades de la misma comunidad en la que vive, y encabezar propuestas de trascendencia, como la iniciativa ciudadana para reformar la Ley de Coordinación Fiscal de Baja California, la cual coincide con otros esfuerzos impulsados en el pasado por legisladores locales, pero que duerme el sueño de los justos.

Recientemente, Guevara Escamilla también hizo público su punto de vista, con respecto a la Ley de Ingresos del Gobierno Municipal de Ensenada para el ejercicio fiscal 2022, enviada por el Cabildo local a la Legislatura del Congreso del Estado, en el que plantea de manera respetuosa y con argumentos su desacuerdo con lo aprobado por la mayoría de los regidores y el alcalde, especialmente en lo que corresponde a los incrementos al impuesto predial, lo que le valió una respuesta poco prudente y descompuesta del presidente municipal a través de sus redes sociales, pero eso es otra historia.

Lo que este mosco quiere hacer notar, es que el empresario en cuestión es sólo un ejemplo del nivel y la calidad humana de los personajes de la iniciativa privada con que cuenta Baja California, y concretamente Ensenada, un sector importante de hombres y mujeres que mueves la economía y buena parte del desarrollo de nuestra entidad, conscientes de que “chamba mata grilla”.

Buen ritmo

 A tambor batiente sigue la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, atendiendo una agenda que abarca todos los temas y sectores, enviando mensajes que han venido a cambiar la fisonomía del gobierno que hasta hace pocas semanas era otro diametralmente distinto.

Sin embargo, y cumpliendo con las leyes de la naturaleza, la jefa del Poder Ejecutivo del Estado pronto tendrá que hacer una pausa, para esperar la llegada de un nuevo integrante de su familia, lo que se espera no cambiar el sentido de su gestión, que ha llegado con un tono más incluyente, respetuoso y conciliador.

Un gobierno fortalecido institucionalmente en el que la gobernadora delegue trabajo y responsabilidades y funcionarios cumplan cabalmente con su “chamba” deben ser suficientes para que en las semanas que trabajará con bajo perfil, la administración siga normalmente su curso.

Los rebeldes
No obstante, hay resistencias que aún se aferran a mantener la atmósfera peleonera del pasado, incluso dentro de los que deberían ser aliados del nuevo gobierno, quienes parecen estar más al servicio del que dejó de gobernar esta entidad el pasado 31 de octubre, el mismo que, quien según ha trascendido en otros espacios, todavía ejerce su influencia para regañar, como a chamacos, a alcaldes y legisladores, como es el caso de quienes han votado en favor de las iniciativas presentadas por el equipo de Ávila Olmeda, para decretar reformas a la Constitución Política de Baja California, la misma que muchas veces fue enmendada por el propio Bonilla Valdez, ya sea por su interés personal, como cuando se aprobó la malograda ampliación de mandato, o para actuar contra sus detractores, como cuando se reformó el proceso de sucesión de alcaldes en caso de una licencia por tiempo indefinido, como ocurrió con el primer edil de Tijuana Arturo González Cruz, por ejemplo.

Transformer

 No le crean mucho a este mosco chismoso, pero dicen quienes conocen al presidente municipal Armando Ayala Robles, que es otro muy distinto al que conocieron cuando era más joven -porque no ha dejado de serlo-, y es que, afirman, al carácter del líder de la mayoría de la comuna ya no “aguanta vara” cuando hasta en plan de broma alguien la hace comentarios de los pleitos que el gobernante ha comprado “en especial” con propios y extraños, a veces sin que haya necesidad para ello.

Para mayor referencia, hay quien afirma que el “presimuni” se está “acatalanando”, adjetivo que no tiene la intención de ofender la memoria de finado y por muchos bien recordado ex alcalde panista Jorge Antonio Catalán Sosa, a quien se le reconocen buenas acciones y mucho trabajo, pero también una pésima relación con muchos, si no es que, con todos los sectores, especialmente con empresarios y representantes de los medios informativos… y conste que Ayala de ahí viene.