Del efecto camaleón al efecto cucaracha

Después de la densa neblina electoral este 2021, en Baja California, arribó la calma, llegó la claridad sorprendiéndonos con los nuevos reacomodos políticos y la triste realidad de los partidos y peor aún, la realidad de los militantes de la oposición frente a AMLO y la denominada 4T.

Y es que, desde el proceso electoral de 2018, vimos como Andrés Manuel López Obrador y su movimiento de renovación nacional, Morena fueron el paraguas bajo el cual se resguardaron sus candidatos y sus candidatos aliados. Y los ciudadanos ni siquiera los conocieron, ¿Quiénes eran las y los candidatos? Quién sabe; menos importaba a qué partido político pertenecían, finalmente representaban a Morena, representaban a AMLO.

Por otro lado, en las elecciones subsecuentes de 2019 y 2021, aún en la cresta de la ola de Morena, la situación para los partidos de oposición, no solo no fue distinta, ¡fue peor!, pues a la oposición se terminó de desdibujar por las benditas alianzas entre partidos antagónicos.

Así que, ante la inminente derrota que se avizoraba, los liderazgos de la oposición en el estado, vieron en el efecto camaleón la oportunidad de su renacimiento político para algunos, la continuidad en la nómina y cercanía con el nuevo poder para otros. Y así, públicamente se manifestaban por sus partidos, pero como camaleones se coloreaban morenistas.

Si por curiosidad estimado lector ¿quiere saber quienes fueron los camaleones?, baste ojear las nóminas de los gobiernos estatal y municipales emanados de morena, y podrá encontrar a los distinguidos políticos a los que me refiero. Y si usted escarba un poco mas, además encontrará a los padrinos de estos políticos y puede que se sorprenda.

¿o va a creer que son designados por sus excelentes competencias profesionales? ¿o por sus logros que llevaron a sus partidos a la derrota? Lo que estamos viendo es como transitan de camaleones, a las nominas de los gobiernos de morena por el efecto cucaracha y aunque no lo crea usted, hay muchos, pero muchos más en la fila de espera.

Así que ¿Y la oposición?
Pues en la pelea de las migajas y los recelos mutuos. Los que se queden en los partidos, tendrán que sobrevivir a los integrantes de la medicina forense. Esos que, una vez muerto el dinosaurio, todavía le rescatan algunos órganos que trasplantar y los mantenga en la nómina del poder, o colgados de las pluris en los congresos y en los cabildos; o con el reparto del financiamiento público para los partidos, nada despreciable, para los pocos.

Así que fuera de los repartos de las utilidades, el resto de las motivaciones de las camarillas del poder en la oposición son mínimas. Sino son capaces de articular una propuesta, de elaborar una narrativa que le haga sentido a la ciudadanía, no importa, es más, ni siquiera tienen la necesidad de plantearse proyectos ganadores, o proyectos que abanderen causas.

Y como dice el adagio popular “si de lejos parece, pues de cerca es”, pues paso el tiempo todo lo que de lejos parecían peleas arregladas entre los poderosos, pues de cerca resultó que si, que fueron peleas arregladas.

¿O acaso no ha sido usted testigo mediático de escandalosos casos de corrupción?, y ¿hay algún personaje importante, juzgado y en la cárcel? Pues no, y no porque no los haya. Sino porque son parte de los compromisos.

Así las cosas en los partidos políticos, que son las plataformas para acceder al poder público; que si bien en sus orígenes estaban dotados de ideología y principios que los distinguían, ahora son solo eso, plataformas para acceder al poder político.

Moraleja cuando el barco se hunde…. Hay que ponerse a salvo.

*Ex diputada federal