PSICOLOGÍA INFANTIL

La herencia en la familia

Por: Laura Elena Beltrán Padilla*
jueves, 4 de noviembre de 2021 · 00:00

Al hablar de herencia se nos vienen a la mente un sinfín de historias en torno a la familia o narradas por personas cercanas. Es algo cotidiano el adquirir un bien material y el querer compartirlo o no con los seres queridos. Algunos disfrutan de la experiencia del compartir en vida y otros la abrigan hasta su último aliento.

La herencia más valiosa, según estudios del comportamiento humano, se desarrollan más que en el acaparar, en la reciprocidad del dar y compartir, del fortalecer vínculos y tener un proyecto de vida. El amor se cimienta cuando se construye con pequeños detalles, de esos que alimentan el alma y el corazón. Depende de la historia familiar, de la experiencia cultural, moral y espiritual, del esquema de valores para conducirnos como adultos por uno u otro camino.

La psicología y la economía van muy ligadas con la administración y distribución de recursos. No es bueno vivir en carencia ni tampoco en un medio desbordante. En la educación y formación de los hijos es importante desarrollar cierta conciencia y valor del entorno.

Si se da todo digerido, no se aprecia y reconoce. Hay personas que gozan del acumular bienes, de alimentar solo el ego: “La valía”, dejando de lado el bienestar y la prosperidad familiar.

La estafeta de la vida, al recibirla, se torna extraordinaria cuando se da a través del amor y el respeto entre seres. La psicología del adulto influye mucho en la familia y en las generaciones venideras. En algunos casos, quita el sueño a los padres el estrés y la incertidumbre del “no haber” dinero o tiempo de calidad.

Cuando son procesos transitorios, por lo general, no llegan al resentimiento, e inclusive fortalecen la unión familiar, pero cuando la escasez es constante, se generan pesadumbre y un ambiente negativo en donde el aire se torna más denso.

La familia es un sistema en donde más allá de lo genético y lo sanguíneo, se da valor y reconocimiento a sus integrantes, del más pequeño al más grande ser. Cada uno puede contribuir al bienestar general, de ello depende el equilibrio. Por el contrario, cuando no se trabaja en equipo y en cambio, se mantiene un trato narcisista y severo, se aniquila.

El dinero da cierta tranquilidad y paz, pero si no se trabaja el interior, fragmenta. Hay un libro muy práctico que me agradó por su sencillez y sugerencias del cómo lograr cierta estabilidad económica, pero tratada desde la conciencia, de a qué y a quién destinamos nuestros recursos, nuestra energía, o porqué somos tan celosos de compartir.

Este libro fue escrito por el Dr. Andrés Panasiuk, conferencista internacional respetado en Estados Unidos y Latinoamérica. Su libro ¿Cómo llego a fin de mes? fue galardonado hace unos años. Un libro de bolsillo y practico que me dejó con buen sabor de boca.

La jerarquía de valores, forma parte de una trasmisión en cadena, depende mucho del cómo se involucre a los hijos y del cómo se sientan en el proceso. No es lo mismo, el sentarte con la mesa ya servida, a aportar algo, cocinar y charlar juntos.

Al final, la vida está hecha de pequeños detalles que, por lo general, no tienen alto precio. Las personas más enriquecidas son las que aportan y dan buenos momentos. ¿Cómo te gustaría ser recordado? La siembra da cosecha, no cabe duda, mucho depende del adulto y del sentido de vida que enseñe a los hijos. Qué bonito el ser recordado con amor, con el volar de las aves, la puesta del sol o al ver un cielo estrellado. De eso trata la existencia, del dejar huella en esta tierra.

*Posgrado en psicoterapia de niños

laurabelpad@gmail.com

 

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