LA TURICATA

Otra vez la burra al trigo

Por: José Carillo Cedillo
jueves, 16 de diciembre de 2021 · 00:31

Todos los mexicanos nos enorgullecemos (al menos eso creo) de que vivimos en un país libre y todo lo que sigue de esto… de donde el diálogo debe ser el mejor método para dirimir diferencias y no los golpes.

Desde que mi familia y yo habitamos en este mundo, que para nosotros que nacimos en la jungla de asfalto, nos parece, lo que es, un PARAÍSO, hemos procurado anexarnos a las muchas personas preocupadas por salvaguardarlo.

En ocasiones algunos entienden como presunción de nuestra parte las opiniones de buena fe que externamos, con base en nuestra experiencia de haber vivido en una megalópolis con los terribles problemas de esa clase de ciudades alrededor del planeta.

En múltiples ocasiones el verter una opinión, ante originarios, la verdad les resulta ofensiva. Por ejemplo que no es verdad que tenemos las playas más lindas del mundo, vamos, ni siquiera de México y decir que las carreras hacen famosa a Ensenada en otros países, es falso, cuando mi esposa y yo hemos estado en el extranjero, procuro buscar noticias de nuestro país y NO salen las carreras, si se interesan, es de las noticias de asaltos y masacres, de las drogas o alguna severa desgracia.

Luego, es de dudarse que las “famosas” carreras den publicidad a Ensenada en otros países, salvo los vecinos del norte de donde se origina el negocio y se ha comprobado que como buenos comerciantes de la clase valemadrista no les importa el daño y hacen oídos sordos a cualquier crítica.

Y por cierto yo que no soy “aficionado” a las carreras, me he preguntado: ¿por qué fuera de camino? Sólo su nombre indica que HAY UN CAMINO PAVIMENTADO, la respuesta es que los “pilotos” que se inscriben, se divierten como enanos atropellando cactáceas y otras especies endémicas, al cabo hay muchos y dos montones, y ni quien los amoneste siquiera, ellos “pagaron” lo demás no es asunto de ellos.

Se ha criticado, cada vez que se celebran, hasta ahora dos cada año, a las autoridades hacer oídos sordos por “política”, estar con el pueblo, el mismo, que he dicho en anteriores colaboraciones, lo único que hace, es ver como se divierten los ricos, deseando tener dinero para “competir” con ellos.

Bien, por lo dicho al principio de esta colaboración, no se pueden, ni se deben, prohibir… pero sí se pueden modificar. Que sean por la carretera y de paso ponerle un impuesto a cada participante para que con ese dinero se tapen baches y se mantenga la carretera segura dentro de lo razonable.

La “derrama económica” es sólo para los hoteles y restauranteros y algunos pequeños comerciantes ambulantes. Está bien, pero NO a cambio de un deterioro en ocasiones irreversible; el paso de cientos de vehículos automotores aplastan las delicadas raíces con que se comunican las plantas en el subsuelo, se pasan agua, no así los humanos, los únicos humanos que lo hacen, son algunos políticos que en lo “oscurito” se pasan por abajo, las tranzas contra el erario público.

Los científicos, orgullo de la propaganda oficial, se han cansado durante años de dar sus autorizadas opiniones del terrible daño y las autoridades que son las responsables al “dar un, a veces, inexistente permiso” hacen oídos sordos pues los ricos, (me pregunto: ¿siguen siendo los patrones tras el trono?) truenan el látigo.

Y, no es por disculpar a las altas autoridades, pero creo es un error escuchar a sus consejeros que los llevan al populismo rastacuero…

Dar el banderazo de salida… pufff!

jcarrillocedillo@hotmail.com

 

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