Plan de seguridad

Mientras en México se acusa al gobierno de Estados Unidos de la violencia social que genera la delincuencia organizada en nuestro territorio, principalmente en municipios de Baja California como Tijuana y Ensenada, debido a la venta sin control de armas de fuego de alto poder en el vecino país del norte, allá en la Unión Americana se lavan las manos y afirman que la inseguridad que nos aqueja es por culpa de la corrupción que prevalece aquí.

No obstante esta falta de coordinación, porque el narcotráfico es un problema mundial que por sí sola ninguna nación podrá resolver, los gobiernos de México y Estados Unidos instalaron formalmente el Entendimiento Bicentenario, un nuevo plan de seguridad binacional para combatir el tráfico de drogas, personas y armas.

“Es el acta de nacimiento y el inicio de operaciones de una nueva etapa entre México y Estados Unidos en materia de seguridad”, destacó el canciller Marcelo Ebrard, tras calificar el día como histórico.

“El acta de defunción de la Iniciativa Mérida ya se había extendido, hoy extendemos el acta de nacimiento del Entendimiento Bicentenario”, celebró.

En tanto, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reiteró que se trata de un momento transformativo en la relación entre ambos países.

“Es una alianza, lo estamos haciendo juntos, en respeto mutuo, en respeto a la soberanía de México, pero poniendo la visión en los recursos de las dos naciones para trabajar”, destacó.

Durante su mensaje inicial, Ken Salazar reconoció la responsabilidad de Estados Unidos en el tráfico de armas hacia México, al cual se refirió al hablar del grupo para combatir el crimen en la frontera.

“Lo sabemos, pero por ejemplo las armas que vienen de Estados Unidos a aquí, a México, es responsabilidad de las dos naciones, pero reconocemos, como lo ha dicho el presidente Joe Biden, que estas armas están viniendo de los Estados Unidos, es nada más un ejemplo de la importancia de lo que se quiere hacer”, dijo.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, detalló que el nuevo instrumento de cooperación bilateral se enfocará a combatir delitos como la violencia, la impunidad, la corrupción, el homicidio doloso, el reclutamiento de grupos vulnerables, el tráfico ilegal de armas, el trasiego de drogas, la trata de personas y el tráfico humano, así como los crímenes cibernéticos y de lavado de dinero.

Sin embargo, no es la primera ocasión que México y Estados Unidos buscan enfrentar a los cárteles de la droga a través de convenios binacionales, pero en los hechos en ambos países durante los últimos años no se ha capturado a ningún capo de importancia, a pesar de las millonarias recompensas que ofrecen los estadounidenses.

Así que no es suficiente una carta de buenas intenciones, sino que urgen acciones concretas y resultados efectivos, porque casi todos los estados de la república mexicana padecen el flagelo del narcotráfico.