LA MARAÑA CÓSMICA

¿Por qué la ciencia debiera ser estratégica?... Y no lo es ni ha sido

Por: Dr. Rolando Ísita Tornell*
lunes, 20 de diciembre de 2021 · 00:00

Estrategia es el arte de dirigir operaciones militares; del griego stratos – ejército; agein – conductor, guía. Estratégico es adaptarse y ver las oportunidades, lo mejor, al menor costo posible, consistentes con los recursos y capacidades que traen beneficios en forma sostenida.

Sun tzu, el clásico de la guerra, describía que la dirigencia y toda la población debe asumir que enfrentar amenazas que rebasan nuestras capacidades es asunto de vida o muerte. El general vietnamita Vo Nguyen Glap y la población vietnamita son un ejemplo ilustrativo exitoso.

La ciencia debiera ser estratégica como una política de Estado. En varias ocasiones he afirmado que la ciencia en nuestro país no ha sido una política de Estado, los gobiernos de todos los colores no la han considerado estratégica.

Con Covid 19 se observa cómo las ciencias de la Salud resultan estratégicas y la conducción en México ha contado con todo el arsenal del Estado para enfrentar la amenaza de un invasor de dimensiones planetarias; Salud, Bienestar, Economía, Hacienda, Gobernación, Trabajo, Defensa, Marina y Relaciones Exteriores

Ahí viene la invasión, comenzó en China en diciembre del 2019, como Tsunami. Al “enemigo” casi no se le conocía, no existían “armas”, o sea, medicamentos ni vacunas para enfrentarlo. ¿Recursos y capacidades? Un sistema de Salud desmantelado, desabastecido, hospitales con el puro cascarón, carencia médicos y enfermería, un Instituto Nacional de Higiene que hacía vacunas extinto y sustituido por un Birmex de ornato; no hay respiradores mecánicos, no hay equipamientos de protección para médicos y enfermeras, vamos, ni cubrebocas clínicos.

¿Quién sería nuestro Vo Nguyen Glap? Un científico formado en la UNAM y posgraduado en la Johns Hopkins University, la más prestigiada en el mundo especializada en medicina, biología molecular, ingeniería biomédica, salud pública, estadística, enfermería. Como en el librito de Sun tzu, la pandemia es un asunto de vida o muerte, donde el guía deberá contar con una población convencida, persuadida y no por imposición o no habría beneficios en forma sostenida.

A partir de los 14 casos, no antes, no después, con base a las pocas variables conocidas: Un infectado contagia a tres; un infectado puede no tener síntomas y andar por la vida contagiando a otros. El reto es evitar la saturación hospitalaria… ¡Cuáles hospitales! El Ejército está entrenado por las contingencias DN-III a improvisar hospitales en zonas de desastres, y los que hay se pueden reconvertir para atender Covid; aislamiento, lavado de manos, distancia social, disminuir la movilidad. Prueba superada.

No había vacunas ni medicamentos para la nueva enfermedad infecciosa, pero las va a haber. Embajadores, cónsules estén atentos a indicios del avance de vacunas o medicamentos y en cuanto surjan, negocien, hagan contratos; hasta jugadas diplomáticas. Los rusos ya tienen una, pero “occidente” no va a ver con buenos ojos el trato directo con el enemigo favorito. Te vas a Argentina, su presidente te contacta con los especialistas rusos, te traes el protocolo clínico para cuando publiquen en revista arbitrada la Cofepris ya nomás firme su autorización. Prueba superada, todas las vacunas autorizadas por la OMS sin problemas políticos o ideológicos. Séptimo país en inmunizaciones.

Los flamazos solares (flares) son una amenaza potencial mundial, uno solo de gran magnitud estropearía todos los transformadores de energía eléctrica, toda transmisión electromagnética, el mundo se apagaría y quedaría incomunicado, es un asunto astrofísico de vida o muerte ¿tenemos política de Estado para la astrofísica? ¿consideramos a la astrofísica estratégica?

Una tormenta invernal inesperada, extraordinaria, ya sucedió el invierno pasado. Texas y el norte de México, sobre todo Nuevo León, quedaron sin luz. En México, la CFE la restableció en una semana la energía eléctrica, Texas en un mes, sus líneas de transmisión no están interconectadas con el resto del país, son privadas. La energía eléctrica es estratégica para todos los países, no puede dejarse en las manos de la oferta-demanda-ganancias, ahí están las evidencias.

Todo movimiento requiere de un impulso, una fuerza, que requiere energía para aplicarla de una manera fluida, continua: máquinas, motores, generadores, transportes. Los combustibles para obtenerla son estratégicos para las naciones, no pueden subordinarse al interés privado.

Así para nuestros cuerpos. ¿Le dejarías al vecino tu capacidad de moverte? ¿Le pagarías por permitírtelo y además que no fuera de forma continua? Requerimos alimentos que nos proporcionan energía, proteínas, vitaminas, minerales. La producción de alimentos es estratégica para todas las naciones que se consideren libres e independientes.

¿Cómo vamos a saber y entender todo eso? Con una educación que contenga los conocimientos más actuales desarrollados para entender la especie, el cuerpo, la vida, la atmósfera, salud y enfermedad, ¿de dónde venimos?, ¿dónde estamos, hacia dónde queremos ir?, ¿quiénes y cómo son los otros? El sistema educativo es estratégico para las naciones, no puede dejarse en manos del interés privado y su contenido, como indica la constitución, basado en el progreso de la ciencia.

Y así el medio ambiente, los recursos del subsuelo, nuevos materiales más eficientes y de menor tamaño y costo; transportes, movimiento de productos y mercancías, salud mental… Para todo ello se requiere conocimiento preciso, recursos, infraestructura e instrumentos para la investigación científica.

Hasta ahora y desde siempre la política de Estado para la ciencia ha sido “que lo hagan otros”. Ya vimos las consecuencias de esa visión subordinada y dependiente. Es asunto de vida o muerte.

*Periodista y comunicador de la ciencia UNAM

risita@dgdc.unam.mx

 

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