BUFADORA

 
La división que existe al interior de Morena en Baja California se ha convertido en una abierta confrontación entre quienes conformaron la administración del ex gobernador Jaime Bonilla Valdez, y la actual mandataria estatal Marina del Pilar Ávila Olmeda, y la reciente visita del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, no disminuyó la pugna, porque se ha intensificado, y como siempre, los más afectados son los ciudadanos.

 Sin una dirigencia visible en la entidad (¿alguien sabe quiénes la conforman?), Morena carece de unidad a pesar de tener la mesa puesta para ejercer un gobierno que marque la diferencia respecto a los que dejaron de hacer los panistas durante tres décadas, de 1989 a 2019.

Además de la gubernatura, el partido de López Obrador ostenta el poder en todos los municipios del Estado, tiene el control del Congreso Local, y, por si fuera poco, los 8 diputados federales y los senadores emanaron de la alianza que encabezó Morena. ¿Entonces por qué no se ponen de acuerdo?

De seguir las hostilidades entre los morenistas, será muy complicado que en el 2024 vuelvan a ganar todos los cargos de elección de mayoría relativa, no obstante que, por ahora, la oposición no constituye ningún contrapeso.

Lo preocupante es que tampoco hay un mediador con la suficiente autoridad moral para llamar a la armonía. Ni la Navidad los pudo reconciliar.

¡A comprar palomitas!

 El empresario Carlos Ahumada amenazó con exhibir a funcionarios de alto nivel en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, si no cesa la persecución en su contra.

Lo anterior, luego de que la justicia de Argentina declaró procedente su extradición a México, a petición de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) por el delito de fraude genérico del fuero común.

“Por ningún motivo Andrés Manuel López Obrador, especialmente en este caso Claudia Sheinbaum, van a conseguir llevarme a México”, dijo el empresario.

Ahumada externó que quiere respetar el pacto de silencio que hizo en octubre de 2017 con un mensajero que presuntamente mandó López Obrador.

“No quiero dar a conocer más videos y toda la información que tengo sobre muchos funcionarios actuales del Gobierno de México”, dijo.

“Para muestra basta un botón: no quiero hablar de Thalía Lagunes, oficial mayor actual de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; no quiero hablar de Reyna Basilio, jefa de compras actual de Pemex; no quiero hablar ni dar información sobre Horacio Duarte, director general de Aduanas, y así puedo seguir, son personas hoy del más alto nivel”, advirtió.

Todos ellos y muchos otros, aseguró, fueron a sus oficinas.

“Por favor, déjenme en paz, borren de su mente el nombre de Carlos Ahumada (...) que cese la sed de venganza. Yo ya los perdoné, no les guardo rencor, no cometí ningún delito”, aseguró.

En 2004, luego de difundir videos en los que entrega dinero a René Bejarano para financiar campañas electorales, Ahumada fue aprehendido y pasó tres años y un mes en el Reclusorio Varonil Norte, hasta que un juez le otorgó una sentencia absolutoria en 2007.

Responde Monreal

 Luego de las descalificaciones que recibió por acusar al gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, de detener injustamente a su brazo derecho en la Cámara alta, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, descartó abandonar el partido; sin embargo, aseguró que por congruencia no se va a quedar callado ante los abusos que se cometan en Veracruz y otros estados.

Al difundir un mensaje navideño, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado también resaltó su derecho a disentir.

“Me voy a mantener en Morena, porque creo en el movimiento. Nadie se enoje, no me voy a ir de Morena, sépanlo bien. Voy a luchar porque continúe la transformación que el presidente ha venido haciendo”, dijo el zacatecano.

 El pasado 22 de diciembre, José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado y hombre cercano a Monreal, fue detenido en Veracruz acusado de haber participado en un asesinato.

Monreal consideró la detención como una revancha política del gobernador García tras el reproche que le lanzó por la reactivación del delito de ultrajes a la autoridad para emprender acciones en contra de opositores políticos.

En su mensaje, el senador aseveró que en Veracruz y en algunos otros estados del país pueden estarse cometiendo excesos, y recalcó que en Morena no pueden cerrar los ojos frente a ello.