Diciembre inseguro

El domingo 12 de diciembre a las 12:00 horas médicos y ciudadanos ensenadenses preocupados por la inseguridad que prevalece en la Autopista Escénica y otros lugares de Ensenada marcharán en protesta. Iniciarán en el Parque Revolución y concluirán en la explanada del Cearte.

Preparan también un documento que entregarán al presidente Andrés Manuel López Obrador a través de su representante y delegado del gobierno federal en Baja California, Alejandro Ruiz Uribe, al representante local de la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, al alcalde Armando Ayala Robles, así como el director de Seguridad Pública Municipal, un funcionario tan invisible que ni siquiera recuerdo su nombre.

El motivo de esta marcha: los asaltos y agresiones que se han registrado en las últimas semanas en la carretera de cuota en el tramo comprendido de La Misión a Playas de Rosarito y la falta de respuesta de la Guardia Nacional.

Dicha corporación es la presunta responsable de garantizar la seguridad en las carreteras nacionales y hasta el momento no ha informado del reforzamiento de la vigilancia, la persecución de los asaltantes o si por lo menos les ha dado algunos abrazos a esos delincuentes.

Sedatu vs Sedatu
Según lo revelado por Jaime Figueroa Tentori, director de Infraestructura Municipal, la presunta responsable de que se pudieran perder las obras de la Sedatu en Playa Hermosa, es: ¡¡la Sedatu!!

Bien dice el refrán de que la perra es brava hasta los de casa muerde, pero que ella misma se muerda expresa un exceso de bravura.

Figueroa Tentori agregó que en la reunión sostenida entre el alcalde Armando Ayala Robles y la titular de la Profepa, Blanca Mendoza Vera, se aclaró que no es esta dependencia la responsable de la suspensión de las obras, sino por el hecho de que la documentación y permisos correspondientes no se entregaron de forma correcta.

Al preguntarle al funcionario municipal quien era el ente responsable de ese incumplimiento señaló que la Sedatu.

Sí, la misma Sedatu que amenazaba al gobierno municipal de cancelar la inversión de 35.8 millones de pesos en esa zona si no se cumplían con los tiempos de construcción establecidos.

Reconoció también Figueroa Tentori que en el segundo proyecto de construcción de la pista de patinaje se tomó una parte de terrenos de Zona Federal Marítima Terrestre que no estaban autorizados (¡¿?!). Por ese “pequeño” detalle es que nuevamente la obra se suspendió.

Todos estos enredos serían verdaderamente cómicos si no fuera porque se supone que tenemos funcionarios que deben cuidar los recursos de los ciudadanos y tienen la capacidad suficiente para hacer las cosas bien.

Servidores públicos que pasan fácilmente de la comedia a la tragedia o al teatro del absurdo.

Cuidadores
La Coalición por los Derechos de las Personas con Discapacidad de Baja California realizó en esta semana una serie de actividades con motivo de que hoy, tres de diciembre, se celebra el Día Internacional de las personas con discapacidad.

El pasado miércoles se realizó un conversatorio sobre un tema doloroso, difícil, un punto ciego de la sociedad mexicana: El adulto mayor con discapacidad cuidador de una persona con discapacidad.

¿Quién apoya o ayuda al anciano-padre, la anciana-madre -o a ambos-, que son los responsables de un hijo(a) con alguna discapacidad física o mental grave?, ¿cómo puede un anciano(a) que requiere cuidadores seguir siendo obligadamente el cuidador?

La respuesta es desoladora: nadie. No hay programas sociales, no existe legislación, no hay infraestructura médica o de servicios para ellos, son invisibles, ignorados.

Quienes somos padres sabemos de la preocupación constante por el presente y por el futuro de nuestros hijos aún cuando sean “normales”.

Sin embargo, esta preocupación se vuelva angustia atroz para quien está a cargo de una persona con discapacidad y año con año va perdiendo la fuerza y el vigor para seguir cuidándola.

Comparto y transcribo el mensaje de Irma Gaxiola, quien envió el siguiente texto a dicho conversatorio digital y que resume extraordinariamente este tema:

“Yo soy una adulta mayor, con un esposo aún mayor, y a cargo de un hijo con discapacidad. No me doy permiso para enfermarme y tampoco quisiera que llegara mi muerte antes que la de mi hijo. Mi futuro me da miedo”.

*El autor es periodista y atlantista

elsopordelbuitre@hotmail.com