FORO AGRARIO MÉXICO

Colonias agropecuarias estatales

Por: Reynaldo Magaña*
sábado, 4 de diciembre de 2021 · 00:00

Al describir las colonias agropecuarias federales la semana pasada, faltó espacio para comentar que los lotes (parcelas) de esos conjuntos agropecuarios, están inscritos en las oficinas de los registros públicos de la propiedad, lo que permite hacer operaciones que corresponden al derecho civil, sin embargo, enganchadas en un régimen híbrido de propiedad como se señaló en la publicación anterior, complica jurídicamente cualquier acto que se pretenda realizar.

Si la figura de las colonias agropecuarias federales resulta una sorpresa legal, según se describió antes, más aún resultará otra figura sui géneris creada en el contexto de aquellas en Baja California, partiendo de la premisa que los terrenos nacionales se podían destinar a esos fines. Fue en la época de Braulio Maldonado Sandez, primer gobernador del estado de Baja California.

En otra publicación, al describir los terrenos nacionales, se dijo que las entidades estatales y los municipios tienen prioridad para que se les adjudiquen, con el fin de destinarlos a la construcción de obras públicas o para resolver determinada problemática social.

En la época del naciente estado veintinueve, el primer mandatario gestionó terrenos nacionales, sin culminar su trámite de adjudicación, para utilizarlos en la creación de colonias agropecuarias, pero autorizadas por su administración y no la federal. Particularmente en la zona de San Quintín, hoy convertido en Municipio.

Braulio Maldonado se caracterizó por dedicar parte de su empeño en atender movimientos agrarios, unos reaccionando y otros promoviéndolos directamente. El mayor ejemplo fue el intento de despojar las tierras que el gobierno federal a principios del siglo veinte les concesionó a los rusos molokanes, asentados en el Valle de Guadalupe.

Alrededor de dos o tres mil personas trataron de hacerse de esas tierras, argumentando que la concesión había culminado. Eso fue en los años cincuenta y nueve, sesenta y sesenta y uno.

La intervención del Gobernador generó la creación del asentamiento humano denominado Francisco Zarco, el que hoy subsiste. Les ofreció lotes para que se asentaran ahí. Lo anterior solo es muestra de la dedicación que Braulio Maldonado tenía por las cuestiones agrarias, por lo que bajo esa dinámica, creó sus propias colonias agropecuarias.

Así como las colonias agropecuarias federales se encuentran en el limbo, según se anotó en la publicación anterior, las creadas desde el gobierno del estado en aquel tiempo, están peor jurídicamente, toda vez que la tierra al no haber salido del dominio de la nación, sigue siendo terrenos nacionales. Muchos lotes (parcelas) de ellas, particularmente en San Quintín, se han convertido en asentamientos humanos irregulares.

Los invasores o compradores de buena fe, intentan obtener escrituras de propiedad, sin éxito por no tener como origen un título de propiedad que lo sustente. Siguen siendo terrenos nacionales. La solución ahí es que el gobierno del estado tramite ante la federación el traslado de esa tierra para regularizar los asentamientos humanos que hoy son un problema social para el naciente sexto municipio y para el gobierno del Estado.

*El autor es especialista en derecho agrario y promotor de economía solidaria

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