El tercer informe: Mentiras y más mentiras

Las medias verdades y las falsedades completas que ha venido diciéndonos a los mexicanos el presidente desde el principio de su sexenio, volvieron a repetirse este día primero al festejar su tercer año de gobierno, donde habló en el Zócalo de la CDMX ante simpatizantes que se congregaron de diversas partes del país para vitorearlo como si fuese el salvador de la patria.

Y al igual que lo ha hecho desde que asumió el poder, otra vez culpó a los neoliberales, a los conservadores y a los políticos del pasado por la crisis en que tiene sumida al país y que, pese a sus promesas de inicio, no ha podido ni contener y, mucho menos, resolver.

Pero hay que recalcarle al presidente que esa misma cantaleta, repetida una y mil veces, ya no es válida, luego de tres años en el poder y sobre todo, disponiendo del cheque en blanco que le ofrecieron en las urnas quienes confiaron en sus palabras. Ya era para que hubiera resultados… pero no.

Tiene mayoría en la Legislatura, lo que le ha permitido hacer cambios a su antojo por lo que no hay justificación con la frase de que “el freno está puesto en el Congreso”. Viola de forma impune y constante la Constitución, que prometió cumplir, cuando puede -y cuando no…la cambia-, por lo que es falsa su afirmación de que “hoy se respeta la Constitución, se garantizan las libertades, hay transparencia y derecho a la información”, cuando no se la ha llevado más que pasando por encima de la ley, yendo de un abuso y de una arbitrariedad a otra.

Recordemos el nombramiento de Rosario Piedra como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; así como la captura de la Suprema Corte con nombramientos de personas de su confianza y, más recientemente, con la propuesta para que Victoria Rodríguez Ceja -quien no cuenta ni con el perfil ni con la trayectoria que exige la ley- sea nombrada Gobernadora del Banco de México, solo por citar esos ejemplos tan conocidos.

Y esa es la verdad… no la serie de fake-news que repitió AMLO en su mensaje de aniversario, creyendo que de tanto repetirlas se convertirán en verdad.

En ninguna área el gobierno ha mejorado las condiciones de los mexicanos. Ni en lo económico, ni en la seguridad, ni en salud, ni en educación y mucho menos en la tan cacareada corrupción que aún campea en Palacio y sus alrededores y los datos puntuales los han repetido una y otra vez tanto el senador Damián Zepeda -proporcionando datos oficiales- como el periodista Carlos Loret de Mola, con excelentes investigaciones que ha puesto a la luz para que la verdad se sepa.

¿Que había mal gobierno en el pasado? Los opositores y todos los ciudadanos estamos de acuerdo. Por eso obtuvo el triunfo López Obrador; por eso y porque había esperanza de un cambio pero para mejorar, no como el que la llamada 4T ha traído a los mexicanos.

No. No hay buenas noticias de medio sexenio, pero… ¿qué esperábamos? Esta es nuestra triste realidad, porque mientras no haya entre los ciudadanos una verdadera conciencia -no la que dice el presidente que despertó- sino aquella genuina que nos exige trabajo, dedicación y esfuerzo a los ciudadanos y no la compra-venta de voluntades con dádivas, las cosas irán de mal en peor.

El pueblo, ese pueblo bueno y sabio tiene la palabra. De hecho… tiene la última palabra.

*La autora es periodista desde hace mas de 30 años, activista social, fundadora y directora de la revista Mujer y Poder

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