ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

Difusión y divulgación del patrimonio en tiempos de pandemia

Por: Andrea Guía Ramírez*
jueves, 9 de diciembre de 2021 · 00:38

La difusión del patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico es una de las misiones medulares del Instituto Nacional de Antropología e Historia, las otras son la investigación y la conservación.

Es importante enfatizar que las tres son fundamentales en la gestión del patrimonio y por lo tanto están enlazadas entre sí. La investigación permite generar el conocimiento y forjar una narrativa histórica a través de la reconstrucción de hechos.

Para que el patrimonio perdure es necesaria la conservación y para permear su importancia y valor a través de la comunidad académica, y el público en general, es necesario difundir y divulgar el conocimiento.

A finales del 2019, comenzamos a escuchar de un virus que se esparcía rápidamente desde China a otras partes del mundo. No pasó mucho tiempo en llegar al Continente Americano, y por supuesto a México. De momento, nos vimos envueltos en una pandemia derivada de la propagación del virus SARS-CoV-2, responsable de una serie de lamentables decesos. Las actividades comenzaron a paralizarse y solo aquellas consideradas esenciales continuaron en funciones.

Los sitios arqueológicos y museos cerraron sus puertas al público y muchos nos quedamos a trabajar desde casa. Diversos foros académicos postergaron sus programas, esperando que en un par de meses saliéramos del confinamiento. Al pasar las semanas, sin ver claro el final de la pandemia, algunos eventos fueron cancelados y otros migraron a la modalidad virtual.

En pleno 2020, florecieron una serie de actividades académicas. Algunos congresos se organizaron en plataformas digitales, mientras otros eventos comenzaron a implementarse en formato virtual. La difusión del conocimiento se hizo más accesible y estaba, casi, al alcance de todos.

Si bien, el uso de redes sociales y otras comunidades virtuales ya eran usadas como estrategia para la difusión, el confinamiento nos forzó a movernos más rápido hacia estas plataformas.

Algunos podíamos estar presentes en más de dos eventos académicos el mismo día, y presentar nuestros resultados de investigación en foros organizados en lugares distantes y llegar a un público mucho más amplio, oportunidad que solo la virtualidad podía ofrecernos sin salir del confinamiento.

Ante el panorama de adversidad, el INAH se unió a la consigna #Quédate en casa y, como parte de la Secretaría de Cultura, lanzaron la campaña “Contigo en la distancia”, una oportunidad de divulgar y difundir la investigación y conservación del patrimonio en tiempos de pandemia.

La labor de los que trabajamos en esta institución no se detuvo, se transformó y adaptó a los nuevos retos impuestos por la crisis sanitaria. La modalidad digital nos permitió acercarnos a un público más extenso sin la necesidad de salir de casa y lo que es más importante, el público puede conocer más de su patrimonio cultural.

A casi dos años de que inició el confinamiento, hoy son bastante familiar las reuniones vía zoom, los eventos transmitidos a través de YouTube y Facebook y los paseos virtuales por museos. En 2021, las actividades presenciales han comenzado a retomarse, los museos y zonas arqueológicas han reabierto y algunos eventos académicos ya programan en formato presencial.

Todos siguiendo las medidas sanitarias para evitar la transmisión de la Covid-19. No hay duda que la virtualidad ha jugado un papel fundamental en la difusión y divulgación de nuestro patrimonio en los tiempos actuales, ahora lo tenemos al alcance de un click y sin salir de casa.

*Investigadora del INAH-BC
 

 

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