DESDE LA PLAZA SANTO TOMÁS

Lo que sucedió mañana – año 2028 – mes de febrero- 102

Por Ricardo Harte*
lunes, 1 de febrero de 2021 · 00:00

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Tseltales, Chiapas


Cada flor que inunda de color y fragancia el entorno de la Plaza Santo Tomás, tiene una historia que contar. Cada árbol, cada seto, cada banca son producto de toda una compleja serie de marchas y contramarchas que lograron lo que ahora resulta ser como muy natural, muy sencillo y muy necesario. Las sombras, los aromas, los murmullos que componen, entre todos, una melodía de paz y de equilibrio, existen gracias a la persistencia, comprometida con la construcción de un sano tejido social en Ensenada y sus regiones, de un grupo humano que durante años y años luchó contra la indiferencia, los intereses, las conveniencias y cegueras de ciudadanos que vieron en el proyecto de la Plaza un peligro de privatización de la propiedad pública.

El transcurso del tiempo demostró que, cuando se inauguró en el 2021, fue uno de los actos más lúcidos que la autoridad pública y la ciudadanía había ejecutado.

Hoy en día la Plaza se ha convertido en un espacio de uso libre y soberano de la comunidad ensenadense y sus visitantes. Un lugar obligado para descansar, conversar, disfrutar, conocer…vivir.

Hoy en día, siete años después de su inauguración, es imposible recordar ese espacio sin sombras, sin color, sin bancas, atravesado por vehículos ruidosos, invadido por la histeria urbana.

Hoy en día, con un mundo enfrentado a nuevos e insospechados desafíos, la Plaza Santo Tomás sigue siendo un lugar en que se magnifica, respeta y enaltece a un protagonista esencial en el ámbito de la vida del planeta: el ser humano y su comunidad.

Es muy disfrutable llegar, en la mañana temprano.
Todavía se mantiene en el ambiente el fresco de la madrugada, esa temperatura inexplicable, transparente, que nos llena de placer y, sin darnos cuenta, nos puede calar hasta los huesos poniéndonos a tiritar sin previo aviso.

Las sombras son todavía largas, en sentido contrario a las sombras del atardecer del día anterior, provocadas por los históricos edificios y por los Mezquites, los Ficus, el Roble, varios Paraísos, todos esos personajes enhiestos, firmes, frondosos que habían crecido en estos siete años de inaugurada la Plaza, hasta alcanzar alturas que marcaban en la ciudad un área muy verde, esplendorosamente verde.

Se oyen los trajinares casi rítmicos de los trabajadores que van habilitando sus espacios.

Un ruido lindo, pausado, como si la Plaza empezara a desperezarse.

- Me quedé pensando lo que hablamos el otro día a raíz del comentario de la Sra. Elsa, en el sentido de que le preocupaba esa inclinación que se iba apoderando del sentir y pensar del grupo hacia una especie de posiciones comunistoides- intervino Mercedes

- No dije “comunistoide”. Dije “izquierdosas”- refutó la Sr.a Elsa, con un dejo de irritación

- Es cierto. Perdón. Izquierdosas.- continuó Mercedes- Y he estado pensando si ello no se debe a una actitud de buscar el pensamiento que no disienta, el pensamiento llamado “transparente” y que más que transparente es obediente.

- No, no, no- volvió a intervenir la Sra. Elsa- de ninguna manera le adjudico al pensamiento que disiente características o intenciones izquierdosas. De ninguna manera. Lo que pasa, y eso es lo que me pone nerviosa, es que hay reflexiones y propuestas que atacan los hábitos y costumbres que mantienen a una sociedad en forma coherente, civilizada.

- Está bien Sra, Elsa, pero es lógico que debemos conocer y aceptar las evidencias que nos muestra la historia. Esos “hábitos y costumbres” que usted menciona, han construido un planeta con los índices más injustos de la historia moderna. Y, repito, los datos y evidencias son incuestionables. A raíz de la pandemia del 2020, sucedió, gracias al informe de aquellos años de Oxfam, que en tan sólo nueve meses, las mil mayores fortunas del mundo ya habían recuperado las pérdidas económicas originadas por la pandemia. Y agregó que los más pobres necesitarían más de una década para recuperarse de los impactos económicos de la crisis.

Y así sucedió.
Los multimillonarios vieron incrementar sus fortunas en un volumen total de 3.9 billones de dólares USA entre el 18 de Marzo y el 31 de Diciembre del 2020. Oxfam se apoyó en datos de Forbes y Credit Suisse.

Le puedo asegurar Sra. Elsa que esas instituciones no tienen nada de izquierdosas. Creo que hay que distinguir cuáles son los hábitos y costumbres, que usted señala, que hay que preservar y cuáles hay que erradicar de raíz, pues son tóxicos y depredadores. Y me refiero a hábitos como ganar dinero con la especulación financiera, a través de capitales golondrinos y buitres que sobrevuelan el planeta viendo en donde pueden aterrizar, con la única intención de aprovecharse de alguna situación, aunque ese aprovechamiento agrave escenarios de dolor, de injusticia, de deshumanización. El asunto es incrementar sus capitales. Es lo único que les preocupa. Y cuando la incertidumbre aparece, levantan vuelo otra vez para buscar otro territorio que les permita aprovecharse de esas condiciones momentáneas. A su paso dejan más rabia, más dolor, más desesperación.

Las palabras de Mercedes lograron imponer un silencio incómodo.

El grupo se recompuso, la Sra. Elsa sonrió y todos retomaron la charla divertida, mientras tintineaban las copas con los muy saludables “salud”.

La Plaza explotaba en vida.
*Arquitecto uruguayo radicado en México desde más de 40 años

ricardoharte@yahoo.com.mx

 

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