Bomberos

Ayer el regidor Christian Dunn Fitch propuso mejorar el salario de los bomberos que ganan menos del mínimo decretado para la zona fronteriza y regularizar la situación laboral de 36 elementos que trabajan por contrato.

Tiene razón el edil en buscar que los “tragahumo” disfruten de mejores condiciones laborales, pero se quedó cortó en la propuesta porque el problema del cuerpo de bomberos de Ensenada no es tan simple como el salario que perciben.

El asunto tiene mucho más fondo al que se debe ir para que la ciudad cuente con una corporación profesional, no solo bien pagada, si no, con las prestaciones sociales y los beneficios de estar inscritos todos, en el Seguro Social o el Issstecali con la finalidad de asegurar su salud en caso de un accidente.

Si no lo tienen, es importante que dispongan de gastos médicos mayores para los casos en que la capacidad de las instituciones públicas no sea suficiente para atenderlos en caso de una situación de extrema gravedad.

Igualmente, el Gobierno Municipal debe proveer a todos sin excepción de un seguro de vida y gastos funerarios ante una situación fatal que evite a sus familias vivir una doble tragedia; la de perder a un ser querido en el cumplimiento de su deber y la de sufragar gastos imprevistos por el desempeño de su trabajo.

Si el regidor Dunn Fitch está realmente preocupado por los bomberos, debe elaborar una iniciativa para que ese cuerpo esté considerado dentro del organigrama municipal como una entidad o dependencia autónoma, que cuente con su propio presupuesto para la adquisición de máquinas extinguidoras nuevas, camiones cisternas, ambulancias, escaleras telescópicas.

También deben contar con uniformes estructurales nuevos, equipos de radiocomunicación y los recursos suficientes para su mantenimiento, operación y capacitación al más alto nivel no solo en el combate al fuego, sino también en la atención de primeros auxilios.

Sabemos que los bomberos de Ensenada trabajan en su gran mayoría por la gran vocación que profesan y que han logrado colocarse como uno de los mejores del país por su preparación y contribución a mantener la ciudad protegida ante los muchos siniestros que se presentan ya sea por las sequías extremas o por las temporalidades que incrementan los riesgos, pero necesitan contar con más apoyo oficial.

Para nadie es un secreto que la mayoría de las máquinas, equipos y hasta las botas que usan son productos de la donación de corporaciones de los Estados Unidos que festinamos como si fuera la gran cosa, pero la realidad es que sin menospreciar la buena fe de los donantes y la utilidad que representan, no dejan de ser productos de deshecho que, en todo caso, deberían complementar y no ser todo con lo que nuestros bomberos cuentan.

Sabemos de los problemas financieros del ayuntamiento, pero también sabemos que la tranquilidad de los ensenadenses es muy importante; dar seguridad laboral y los equipos necesarios al cuerpo de bomberos debe ser prioridad máxima.

Ese es el reto regidor.