BARÓMETRO POLÍTICO

El reanudamiento de tensiones

Por Susana Silva Gallardo*
martes, 16 de febrero de 2021 · 00:00

Dentro de la política internacional, al ser Estados Unidos considerado como la potencia principal del mundo, es bien cierto que las noticias suelen centrarse en este país. Ya pasadas las elecciones, la toma de poder de Joe Biden e incluso el segundo juicio de impeachment de Trump -donde sorpresa, sorpresa, resultó absuelto-, Estados Unidos queda entonces insertado nuevamente en lo que se puede llamar un escenario internacional dinámico, donde no queda de otra mas que ponerse al corriente de todo lo que ha sucedido en los últimos cuatro años de aislacionismo que se vivió con Trump.

Una de las grandes preguntas que se hacía todo el mundo con la elección de Biden, fue el de cómo sería la vuelta de este país al foco internacional. Y como era de esperar, haciendo gala de la tradición demócrata, Biden ha seguido los pasos de sus antecesores, es decir, volver a formar parte de este bloque de países occidentales que conformaba con Europa, para guiar y delimitar el actuar de los demás dentro del escenario internacional.

Si antes la denuncia desde el Federal en Estados Unidos se hacía contra países como México o China, el hoy presidente reinstauró la denuncia contra países con los que tradicionalmente han tenido conflicto, como Rusia e Irán.

En el caso de Rusia, que ha estado en el ojo público desde mediados de enero, la historia ha dejado muy clara la postura de sus altas esferas políticas respecto a la oposición. Por ello, el revuelo internacional se dio ahora a partir del encarcelamiento de Alexei Navalny, un acérrimo opositor al régimen Putin y quien no hace menos de un año estuvo en coma por envenenamiento de Novichok, un agente nervioso que ha sido denunciado de ser utilizado por el Estado contra sus opositores.

Con el encarcelamiento de Navalny, que se dio apenas tocó tierra rusa, la población ha vivido en una especie de agitación perpetua. Si bien se sucede con frecuencia, la represión que el Estado ejerce contra estas demostraciones, en un intento por sofocar las consignas y los tabloides internacionales, es inclemente. No es raro entonces que las marchas pacíficas que se dieron a partir de la detención de Nalvalny fueran disueltas por la policía rusa mediante el uso de la fuerza y la violencia.

Ante esto, la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos condenaron enérgicamente la detención del opositor ruso y exigieron su inmediata liberación, lo que podría implicar una serie de sanciones contra Rusia, de no obedecer al llamado.

Si bien Biden y Putin han charlado ya como presidentes, esta es e las primeras veces que Biden se pronuncia públicamente contra el Estado ruso, lo que ya empieza a erigir las viejas tensiones que ha caracterizado la relación entre ambos países. Rusia, naturalmente, ha advertido sobre el posible rompimiento de relaciones con la UE de darse estas sanciones y ha “regañado” a Estados Unidos, alegando que no tolerará sermones de su parte.

Lo que es bien cierto es que, durante los próximos años, este no será el único encontronazo entre Putin y Biden, por lo que por el momento queda inaugurada esta época de tensiones que la política exterior de Biden tendrá que manejar, al tiempo que intenta reconstruir Estados Unidos por dentro.

*Lic. en Relaciones Internacionales por el TEC de MTY campus Guadalajara

susanasilvag96@hotmail.com
 

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