Candidatos y candidotes

Una obligación que tienen los partidos políticos es formar cuadros, habida cuenta que se dedican, entre otras cosas, a presentar candidatos cada vez que se trata de cuestiones electorales; esta obligación la cumplió --tiempo pasado-- el PRI, cuando era la fuerza política más importante y en torno a él se agrupaban todos los que querían lograr la oportunidad de sacrificarse por el pueblo.

Pero todo cambió cuando el PRI dejó de representar la única puerta por donde se entraba al poder y a la fama, al aparecer otros partidos que ofrecían oportunidades para los que sufrían por no ser recompensados con algún huesito en el tricolor.

Todo empezó cuando regresaron los muchachos que habían salido del Estado a estudiar una carrera universitaria, y otros se iniciaban en diversos trabajos. Ninguno de ellos encuadraba dentro de alguno de los tres sectores del PRI, de manera que no encontraban acomodo en ese partido.

El PAN les dio la oportunidad negada abriéndoles la puerta, de tal manera que en menos de lo que se dice tacha fríeme una garnacha, los nuevos miembros se colocaron en los principales cargos políticos, al grado que llegaron a ser directores administrativos, Regidores, Presidentes Municipales, y hasta lograron que uno fuera Gobernador. Obviamente, toda esta gente nueva contribuyó enormemente al triunfo panista, que se prolongó por más de treinta años.

Pero como decía mi abuelita, “todo por servir se acaba”, el PAN cometió el mismo error que el PRI, no formó cuadros, los que partían el queso en esos partidos, no daban oportunidad a otros elementos, temerosos de que los desbancaran y los privaran del honor de sacrificarse por el pueblo.

El tiempo pasó y el ejemplo cundió, de tal forma que los nuevos partidos, como el PRD, el PT, el Verde, Morena y los de más reciente cuño, están convertidos en propiedad de sus líderes, quienes las bailan todas y no quieren perder ni una tanda, y menos admiten el calabaceado.

Ahora que se acercan las elecciones de junio, todos los partidos andan desesperados porque no tienen elementos propios para participar, y tienen que andar inventando candidatos, porque perdieron el tiempo y no formaron cuadros que pudieran entrarle al toro.

Todos los partidos, con base en que todos los ciudadanos mexicanos tienen derecho a votar y ser votados, están tratando de convencer a cualquiera, desde una Miss Universo hasta cantantes, cómicos, futbolistas, y otros de la misma especie, no importa que, como dijo una de las invitadas, no sepan ni jota de cómo se desempeña el cargo cuya candidatura les ofrecen.

Eso es lo malo, lo peor es que todos, o casi todos, ya aceptaron ser candidatos. Pero no son los únicos, aquí mismo en el estado, damas y caballeros han aceptado ser candidatos a pesar de que no son conocidos, que no saben de política, pero el ego ejerce su dominio, y hace que no sepan en la que se están metiendo, por lo que resulta por ese solo hecho que no serán CANDIDATOS, sino CANDIDOTES, porque son ingenuos, sin malicia, que no se dan cuenta de que los partidos solo están utilizándolos para remediar su error de no haber preparado a sus militantes. Pero allá ellos, ¿no cree usted?