BENCHMARK

Electrocutados ...¡y sin gas!

Por Jorge A. Meléndez Ruiz
martes, 23 de febrero de 2021 · 00:00

El presidente quiere que ya no haya más apagones.

Yo también. También la industria. También todo México.

Y es que sin energía un país no se mueve. La electricidad y el gas son requisito indispensable para el crecimiento económico. Y, sí, aunque no le guste don Andrés, también para el desarrollo.

Todos estamos de acuerdo: no queremos apagones.
Queremos disponibilidad de luz y gas a precios competitivos y, OJO señor, que no nos mate la contaminación al generarlos.

De una vez le adelanto algo: el gobierno no es la solución. Pemex y CFE no son la solución. Pudieran ser parte de ésta, si se vuelven eficientes al ser sometidos a la competencia.

¿No me cree? Ya tenemos una clara evidencia: sus fallidos esfuerzos en estos dos años con Pemex.

Por recursos y ganas no ha quedado. Le bajaron la carga impositiva, le inyectaron ya 14,000 millones de dólares (y vienen 5,000 millones más), han buscado mejorar la producción de crudo y mejorar las refinerías.

¿El resultado de este esfuerzo? Fracaso rotundo.
Increíble, la deuda de Pemex creció a pesar de que parte de los recursos eran para bajar pasivos, la producción petrolera sigue estancada, tiene el mismo número de empleados (es una empresa súper gorda), la utilización de capacidad en refinación es de 38% y, claro, seguimos inundados en combustóleo, basura ecológica.

Pero ustedes ven todo esto como un triunfo, es defender la “soberanía nacional”. Seguirán, pues, tirando dinero a la basura.

Y preparémonos, porque ahora le toca el turno a la electricidad y al gas.

El plan de hacer a un lado a la IP en la generación de luz es una zoncera. Prender plantas caras, o nos costará más la electricidad o el gobierno incrementará los subsidios a CFE, algo que ya está pasando.

Por otro lado, usar carbón (o, peor, combustóleo) nos cobrará una factura en pérdida de vidas. Son plantas muuuy contaminantes. Mientras el mundo se mueve por el calentamiento global a “Net Zero Emissions” para el 2050, aquí vamos en sentido contrario.

OJO, esto no es poca cosa. En 40 años simplemente no se van a poder vender productos que se hayan manufacturado con energía contaminante. Así de serio. Por eso hay que invertir en energías limpias.

Pasemos al gas.
Tenemos suerte de estar al ladito de la región que produce el gas más barato del mundo. Eso es y seguirá siendo una ventaja económica. Aunque en EU se requieren permisos para exportar el energético, hay tanto gas que los seguirán otorgando.

O sea, la probabilidad de que “nos cierren la llave” es baja. Les conviene vendernos gas. La alternativa es quemarlo.

Esto no significa que no debamos aprender de lo que sucedió o que dejemos de incentivar la producción nacional de gas.

La tormenta invernal en Texas reveló las debilidades de la infraestructura de ese estado. Seguramente van a tomar cartas en el asunto allá. Al tiempo.

Nosotros también debemos hacerlo, construyendo almacenamiento suficiente para 10-20 días de consumo de gas e invirtiendo en líneas de transmisión, por cierto monopolio de CFE.

Presidente, respecto a la producción nacional, si quiere crecerla tiene que quitarse sus telarañas mentales sobre el fracking. México posee enormes reservas, pero la mayoría son no convencionales.

Finalmente, y quizá lo más importante: la IP tiene que entrarle.

El gobierno no tiene recursos, capacidad técnica, ni la eficiencia para entrarle solo.

Perdón, pero por eso la reforma energética tenía sentido. Alguien tiene que decirlo. Si hubo corrupción, había que corregirla. Tumbar la reforma fue una estupidez total.

Si la IP no participa, los planes del gobierno quedarán en buenos deseos, tal como ha sucedido con Pemex.

¿Querrán entrar? Con este gobierno, lo dudo.
Tristemente, estamos hoy sembrando los vientos para una tormenta energética futura peor que la que acabamos de vivir.

Los errores en política energética se cuecen a fuego lento, pero también son después muy difíciles de revertir.

Lamentablemente, pa’l baile vamos.

Posdata
Sumando el costo real de cancelar Texcoco, Santa Lucía terminará costando 70% más que el fabuloso aeropuerto de Estambul, el más grande del mundo. Sí, 70% más. Terrible. No cabe duda alguna, nos gobiernan ineptos dogmáticos.

En pocas palabras...

“La energía de la mente es la esencia de la vida”.

Aristóteles

benchmark@reforma.com

Twitter: @jorgemelendez
 

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