Querido diario

A pesar de que supuestamente he tenido suficiente tiempo para dedicarte unas letras a ti que eres mi confidente desde muy chamaca, no he podido porque mi Edward me tiene, aparte de locamente enamorada, me tiene sumamente ocupada, pues como decimos en mi tierra; ‘’todo mundo habla de la feria, según le va en ella’’, pues sucede que el Covid para mí es una bendición, pues mi güero y yo hemos tenido varias ardientes semanas recluidos y lo he tenido todito para mí solita, así que para mí es un sueño realizado.

Hemos pasado tanto tiempo solos que, entre otras cosas, me ha pedido que le enseñe español, y el muy pícaro se aprendió rápidamente las groserías Alvaradeñas que yo ya casi no uso desde que fui primera dama del estado y mi exgordo me prohibió decirlas en público y solo las usábamos cuando estábamos en la cama y ya que toco el tema te platico que escribí a mis amigas la gran diferencia pues mi Edward monta todos los días y ahora recluido me hace la broma de que cambio su caballo por una yegua y desde luego yo me hago la desentendida como que me habla la virgen.

Con las últimas noticias de mis abogados Edward está muy preocupado y yo le digo que no tiene razón pues hasta ahorita a mi ‘’las calaveras me pelan los dientes’’, y por más que le explico y le explico no acaba de entender el significado de esa expresión muy nuestra.

Pero no todo ha sido coger pal monte para hacer ejercicio; antes de la pandemia fuimos varios días seguidos a visitar el famoso Museo Guggenheim y confieso que me impresionó muy gratamente. Me fascinó la gran sala egipcia y al otro día la sala griega y más adelante al llegar a la sala de América, descubrí sumamente emocionada en un rinconcito una estatuilla sonriente del gran Totonacapan, muy cerca de donde yo nací; Edwar comentó con sorna, ¿de qué se ríe?, le contesté no ríe, ... sonríe de felicidad... de felicidad? pero si son muy pobres... le contesté, en la vida, no todo es dinero... chin, me mordí la lengua, la regué, y rápidamente cambié a un tema muy inglés, ... cómo se parece el clima londinense con el de Jalapa allá en mi tierra, ¿verdad?

Edward que no es un tonto se dio cuenta y remató ... de todas maneras, son unos pobretones primitivos. Ya no contesté, no me conviene llevarle la contraria, por si las moscas, ya saben que saldría perdiendo, ¿no? el que entendió, entendió.

Mis abogados, recién me han enterado que las autoridades respectivas, me negaron un amparo; lo cual no entiendo pues todos sabemos que otorgar amparos es un floreciente negocio, pues se han dado a Juan de las pitas, y a pesar de que les dije que por dinero no pararan, sospecho que no supieron ‘’dialogar’’ con los susodichos y nuevamente corro el peligro de que policías morenos, vestidos con trajes y lentes negros como los policías de las películas norteamericanas, vengan por mí. En fin, pienso que tal como escribí allá, ‘’merezco la abundancia’’... lo logré, todo ha sido maravilloso y al final pienso: ‘’quien me quita lo bailado’’?

Chaisito. Kar...

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