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Los humedales, ¿son realmente importantes?

Por Biól. Liliana Ortiz Serrato*
sábado, 6 de febrero de 2021 · 00:00

El 2 de febrero, como cada año, se celebró en todo el mundo el Día Mundial de los Humedales. Esta fecha sin duda es para conmemorar a estos maravillosos ecosistemas, dar a conocer su importancia y ponerlos en la mira ante todo el mundo.

Para estar en contexto, los humedales son ecosistemas donde se une el agua y la tierra, puede ser de agua dulce o agua salada y son tan variados como los ríos, arroyos, esteros, pantanos, presas, ciénegas, manglares, marismas o los arrecifes de coral.

Los humedales continentales y costeros a escala mundial, si los juntáramos todos, cubrirían una superficie casi tan grande como Groenlandia. Sin embargo, los humedales naturales están disminuyendo a largo plazo en todo el mundo, porque se cree que son focos de infecciones y malos olores.

Por ejemplo, entre 1970 y 2015, los humedales disminuyeron en aproximadamente un 35% de su superficie, una tasa tres veces mayor a la de la pérdida de los bosques. Esto los pone entre los ecosistemas más amenazados del mundo, sobre todo a causa de la continua desecación, contaminación y sobreexplotación de sus recursos.

Aunque en estos momentos, las principales acciones que afectan a los humedales tienen que ver con el aumento de la población a nivel mundial y un ejemplo es el cambio de usos de suelo, generalmente para “desarrollo” urbano, construyendo sobre ellos fraccionamientos, centros comerciales, carreteras, campos de cultivo, entre otras acciones humanas, generando con ello una pérdida de hábitat para muchas especies de plantas y animales que dependen de ellos.

A pesar de que hay una Convención dedicada a dar a conocer y conservar lo humedales a nivel mundial (Convención de Ramsar) y que hay muchas asociaciones civiles como Pro Esteros que desde hace más de 30 años ha trabajado en lograr la conservación y uso racional de los humedales a nivel local y difundir la importancia de estos ecosistemas.

Aun así, seguimos sin respetar y cuidar estos sitios, porque lamentablemente pueden más los intereses económicos que la naturaleza. Alguna vez nos hemos puesto a pensar ¿qué pasará si destruimos todos los ecosistemas de nuestro planeta? ¿Qué pasará con el aire que respiramos?, ¿de dónde conseguiremos el agua que tomamos?, ¿de dónde obtendremos nuestro alimento? La respuesta es sencilla: sin la naturaleza simplemente no podremos vivir.

En Baja California tenemos siete humedales Ramsar relativamente bien conservados, pero esto no los libra de todos los impactos negativos que enfrentan todos los días a causa de las actividades humanas. Por otro lado, debemos saber que los humedales continentales favorecen la recarga de los acuíferos y de ahí obtenemos el agua para uso humano y para cultivo de los alimentos.

Los humedales costeros son una barrera contra tormentas y que favorecen la captura de carbono, dándonos a cambio oxígeno. También obtenemos alimento de sus aguas por medio de la pesca y acuacultura.

Además, gracias a ellos obtienen sustento las familias aledañas mediante el turismo y favorece la salud emocional, ya que son sitios ideales para la recreación, donde se pueden llevar a cabo el senderismo, la observación de aves y la fotografía de naturaleza.

No hay que olvidar que son laboratorios naturales y que la investigación de estos sitios es de suma importancia para conocer sus funciones ecológicas y su estado de conservación. Por último, son reservorios de biodiversidad, ya que en ellos habitan una gran cantidad de plantas y animales en perfecto equilibrio.

Sin duda alguna los humedales son de suma importancia tanto para los humanos como para las plantas y animales que los habitan. ¿No son estas razones suficientes para seguir trabajando por los humedales?

Es tiempo de voltear a verlos con otros ojos, dependemos de ellos y de nosotros depende su conservación.

*Investigación y Comunicación de Pro Esteros, A.C.
 

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