LA BRÚJULA
El gobernante frente a la ciudadanía
Por Heberto J. Peterson Legrand
Cuando los ciudadanos ven en el actuar de sus gobernantes que éstos se mueven dentro de un marco de justicia y apego a la ley, y logran crear un clima de tranquilidad y armonía, reconocerán su desempeño y no faltará el investigador que dará a conocer sus resultados que en las hemerotecas o archivos que contienen documentos y bibliografías allí estarán.
Hay gobernantes que creen que su gestión será para siempre y perdiendo el piso y haciendo a un lado, el arte de saber gobernar, que consiste en servir y no ser servido se transforman en pequeños dioses y olvidan que el mandante es el pueblo y ellos son los mandatarios y faltando a la dignidad de su investidura se convierten en pequeños dictadorcillos y dejan de moverse dentro del marco que la ley les señala para desenvolverse con objetividad y gobernar para todos y no para manipular para alcanzar sus objetivos faltos de ética y moralidad.
El tejido social donde se desenvuelven los ciudadanos es de vital importancia ya que allí se palpa la creatividad de éstos a través de empresas en los más distintos ramos como lo puede ser la hotelera, restaurantera, fábricas, pesquera y otras muchas actividades que son creación de muchos ciudadanos que además a través de sus inversiones y riesgos de capital se convierten en fuentes de trabajos y que hoy muchísimos ciudadanos las quieren vivas y operando con efectividad por el talento y esfuerzo de las personas que las integran.
Un buen gobernante lejos de obstaculizar y tratar de dañar las acciones las apoya y busca facilitarles un entorno que les permita crecer y reafirmarse ya sea con apoyos fiscales u otras muchas formas.
El mal gobernante lo que busca es ponerles obstáculos, ver por donde les saca dinero y para lograrlo incurre en la mentira, quizá por venganzas políticas, por no simpatizar con algunos directores o miembros de una x empresa (por ejemplo).
Hay empresas de algunos de los ramos que tienen muchísimos años operando con honestidad, pulcritud que la comunidad donde se desenvuelven saben de ello, pero un gobernante que es movido por sus intereses y no por el Bien Común, que lo único que quiere es quedar bien más arriba en lo político deja de actuar con justicia sin importarle a quien se lleve entre los pies.
Hoy los ciudadanos debemos estar muy alertas sobre la actuación de nuestros políticos y de cómo afecta ello a nuestra comunidad.
Los ciudadanos debemos por otra parte ser creativos y hacer conciencia en los políticos que por medio de las elecciones los calificaremos, pero ser también solidarios y justos reconociendo lo que esté bien hecho y apoyar constructivamente.
Mañana, el político debe entender que será un ciudadano más y la comunidad lo verá con buenos ojos si su desempeño fue bueno y se hablará de él positivamente
y podrá caminar con la cabeza en alto, pero si fue injusto, irrespetuoso de la dignidad de las personas y destructor en lugar de constructor los ciudadanos lo verán con otros ojos cuya lectura será el rechazo…
Seguiremos aquí los ciudadanos en nuestra querida Baja California, hermoso rincón de nuestra patria, donde antes había tranquilidad y hoy la violencia, inseguridad, e incontrolada pandemia han sentado sus reales afectando lo turístico, y otros ramos que luchan por mantener a flote sus fuentes de trabajo.
Hay gobernantes que creen que su gestión será para siempre y perdiendo el piso y haciendo a un lado, el arte de saber gobernar, que consiste en servir y no ser servido se transforman en pequeños dioses y olvidan que el mandante es el pueblo y ellos son los mandatarios y faltando a la dignidad de su investidura se convierten en pequeños dictadorcillos y dejan de moverse dentro del marco que la ley les señala para desenvolverse con objetividad y gobernar para todos y no para manipular para alcanzar sus objetivos faltos de ética y moralidad.
El tejido social donde se desenvuelven los ciudadanos es de vital importancia ya que allí se palpa la creatividad de éstos a través de empresas en los más distintos ramos como lo puede ser la hotelera, restaurantera, fábricas, pesquera y otras muchas actividades que son creación de muchos ciudadanos que además a través de sus inversiones y riesgos de capital se convierten en fuentes de trabajos y que hoy muchísimos ciudadanos las quieren vivas y operando con efectividad por el talento y esfuerzo de las personas que las integran.
Un buen gobernante lejos de obstaculizar y tratar de dañar las acciones las apoya y busca facilitarles un entorno que les permita crecer y reafirmarse ya sea con apoyos fiscales u otras muchas formas.
El mal gobernante lo que busca es ponerles obstáculos, ver por donde les saca dinero y para lograrlo incurre en la mentira, quizá por venganzas políticas, por no simpatizar con algunos directores o miembros de una x empresa (por ejemplo).
Hay empresas de algunos de los ramos que tienen muchísimos años operando con honestidad, pulcritud que la comunidad donde se desenvuelven saben de ello, pero un gobernante que es movido por sus intereses y no por el Bien Común, que lo único que quiere es quedar bien más arriba en lo político deja de actuar con justicia sin importarle a quien se lleve entre los pies.
Hoy los ciudadanos debemos estar muy alertas sobre la actuación de nuestros políticos y de cómo afecta ello a nuestra comunidad.
Los ciudadanos debemos por otra parte ser creativos y hacer conciencia en los políticos que por medio de las elecciones los calificaremos, pero ser también solidarios y justos reconociendo lo que esté bien hecho y apoyar constructivamente.
Mañana, el político debe entender que será un ciudadano más y la comunidad lo verá con buenos ojos si su desempeño fue bueno y se hablará de él positivamente
y podrá caminar con la cabeza en alto, pero si fue injusto, irrespetuoso de la dignidad de las personas y destructor en lugar de constructor los ciudadanos lo verán con otros ojos cuya lectura será el rechazo…
Seguiremos aquí los ciudadanos en nuestra querida Baja California, hermoso rincón de nuestra patria, donde antes había tranquilidad y hoy la violencia, inseguridad, e incontrolada pandemia han sentado sus reales afectando lo turístico, y otros ramos que luchan por mantener a flote sus fuentes de trabajo.
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