Retiro impune

Cuando la mayoría de los jubilados en México apenas si alcanza a recibir seis mil pesos al mes en promedio, el ahora ex dirigente del corrupto sindicato de trabajadores de Petróleos Mexicanos, Carlos Romero Deschamps, se retira con una pensión superior a los 100 mil pesos, y se va sin pisar la cárcel él y sus cómplices.

Al igual que la liberada ex líder del sindicato Magisterial, Elba Esther Gordillo, el protagonista del “Pemexgate” en las elecciones presidenciales del año 2000, también logró adquirir departamentos en Miami y Cancún, una casa en Acapulco, viajes VIP, un yate y relojes con valor de miles de dólares y cuentas bancarias millonarias.

Y a pesar de que en la causa penal 106/2003, fue acusado de un peculado electoral de 500 millones de pesos, por las presuntas aportaciones del sindicato petrolero a la campaña del priista Francisco Labastida Ochoa en el 2000, el expediente fue enviado a la congeladora.

Con base en investigaciones periodísticas, se comprobó que cada mes, Pemex entregaba 5.8 millones de pesos sólo en sueldos y prestaciones a 325 comisionados sindicales. Entre ellos estaba el séquito de Carlos Romero Deschamps: 12 personas que estaban a sus órdenes directas, así como su chofer y familiares. Arturo Trejo González, chofer del dirigente petrolero, ganaba como comisionado 13 mil 760 pesos mensuales. Además, tenía como prestaciones pago de gasolina y gas doméstico por 5 mil 776 y 2 mil 274 pesos cada 30 días, canasta básica por 2 mil 943 pesos y vacaciones y una prima respectiva de hasta 35 días.

En mayo de 2008, Romero Deschamps fue exhibido bajando de un avión con un reloj Royal Oak que valía entre 40 mil y 200 mil dólares. Ese mismo año también se supo que tenía y disfrutaba de un departamento de lujo y un yate en Cancún, Quintana Roo.

El conjunto residencial, que se sitúa en el kilómetro 12 de la zona hotelera, cuenta con acceso a la playa y dispone de vigilancia privada.

De acuerdo con corredores de bienes raíces de la ciudad, un departamento ubicado ahí tenía, en ese entonces, un valor de venta de hasta un millón 350 mil dólares.

Vecinos del lugar señalaron que en la asociación de condóminos aparecía María Esther Durán, familiar de la esposa del líder sindical, como responsable del inmueble, aunque a las asambleas de vecinos acudía el hijo de ambos, Alejandro Romero Durán.

Y en 2013, Romero Durán reconoció ser dueño de dos departamentos en un complejo residencial de nombre Bath Club Overview, en una exclusiva zona de Miami Beach, Florida.

El hijo del líder petrolero y su esposa María Fernanda Ocejo fundaron dos empresas de bienes raíces, a través de las cuales compró los departamentos marcados con los números 1803 y 3005, por los cuales pagó 7 millones 550 mil dólares (93 millones de pesos). El condominio cuenta con enormes terrazas, dos hectáreas de jardines privados, jacuzzi, piscina, cancha de tenis y gimnasio.

¿Pues no que se iba a combatir la corrupción en esta administración federal?