¡Hey, no te distraigas!

Vivimos en la era de la distracción, inundados de información, opiniones, mensajitos, emails, videos, fotos y jueguitos.

Imagina, tan solo los usuarios activos de WhatsApp y WeChat reciben en promedio 40 mensajes diarios. La verdad, yo subo mucho ese numerito. Fácil me llegan 300, incluyendo sábados y domingos. Seguro te pasa igual.

Y no hay que olvidar a los emails. Sin considerar los personales, a un trabajador común y corriente recibe 121 todos los días.

¡Ah! Y faltan las redes sociales, que cada vez pesan más en la agenda diaria. Facebook, Twitter, YouTube y ahora el famoso TikTok claman por nuestra atención. Para un like, share o comentario.

Por eso hay tanta gente “muy ocupada” que se siente realizada por pasar de una distracción a otra.

La esclavitud a nuestros aparatos “inteligentes” nos está convirtiendo en tontos.

A fin de cuentas, estar ocupado no es lo que importa, lo relevante es en qué nos ocupamos. El tiempo es el recurso más escaso.

“Aunque duela, una distracción es un escape de la realidad, de algo que nos molesta. En lugar de culpar a la tecnología hay que buscar el disparador interno. Por ejemplo, aburrimiento, soledad, ansiedad o descontento”, explica Nir Eyal, profesor de Stanford.

El autor del libro “Indistraíble” (Indistractable, Amazon) recomienda encontrar y explorar este disparador para desarmarlo. Propone que no distraerse es un arma muuuy poderosa en nuestros tiempos. Una habilidad que se puede desarrollar y cultivar sistemáticamente.

De acuerdo al resumen del libro de “successsummaries”, en el centro de esta habilidad se encuentra el calendarizar (scheduling). Planear las actividades de tu agenda para que éstas no te controlen.

Aquí algunos consejos y “hacks” (trucos) que propone Eyal:

1. Tu agenda debe reflejar tus valores y objetivos. En 3 niveles: personal, relaciones y trabajo.

2. Enfócate en controlar los inputs (a lo que dedicas tu tiempo) y el resultado vendrá por consecuencia.

3. Separa tiempo para tus relaciones importantes. Cónyuge, hijos, jefe, amigos, etc.

4. Sincroniza tu agenda con la chamba. Sobre todo con tu jefe. El mejor plan personal fracasa si la chamba no coopera.

5. Limita disparadores externos, por ejemplo grupos de WhatsApp. Apaga aparatos en momentos clave. Evalúa beneficio de tus disparadores y actúa en consecuencia.

6. Evalúa tu Inbox y cancela disparadores. Establece rutinas para responder a emails de forma rápida y práctica.

7. Reduce interrupciones en el trabajo.

8. Controla la comunicación grupal.
9. Evalúa y regula, en la medida de lo posible, tu asistencia a juntas. Si eres jefe, ten las reuniones necesarias, con la agenda adecuada, los participantes justos y en el tiempo mínimo.

10. Controla tu smartphone (o éste te controlará). Elimina apps que te distraigan, adopta reglas de uso y síguelas.

11. Evalúa y ajusta el uso de tu PC o Laptop. Incluyendo tus suscripciones a newsletters y alertas. Quédate con lo que realmente necesites.

12. Crea “pactos”, mecanismos que te ayuden a cumplir lo que te propongas. Por ejemplo: hacer más difícil distraerse (guardar lejos el celular, apagarlo, etc.), “pagar” una cuota por distraerte (luego dónala a alguna causa) o trabajar en conjunto con alguien, una especie de compromiso conjunto.

El libro habla también de la importancia de crear culturas que no fomenten la distracción, limitando el uso de dispositivos en juntas o respetando fines de semana y vacaciones, por ejemplo.

Si eres jefe, presta atención: tú eres clave en definir la cultura.

Muy interesante. Consejos muy prácticos y 100% lógicos.

La verdad, no es física cuántica. Pero sí es una tarea monumental porque existe toda una economía de la distracción. Compañías y ecosistemas que sólo triunfan si capturan tu tiempo.

Adversarios a vencer en la guerra de obtener un súper poder muy escaso en nuestra era: el de enfocarse productivamente.

¿Listo para ser un súper héroe?

Posdata
Dice Arturo Herrera que todos seremos solidarios para pagar más impuestos. ¿Todos? Muy pocos pagamos impuestos. Y para gastar en zonceras, no Secretario. Yo lo advertí desde 2019, las cuentas no iban a salir. Relee “El 43%”.

En pocas palabras...
“Platón se quejaba hace 2,500 años de los distractores del mundo”.

Nir Eyal, profesor de Stanford.

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Twitter: @jorgemelendez