DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Vacunas, verdades ni tan ocultas

Por Dr. Enrique Sicardi Aragón*
jueves, 8 de abril de 2021 · 00:56

A mis 68 años, hace unos días tuve la grata fortuna de haber recibido mi segunda dosis de vacuna anti Covid-19 y aquí estoy, sano y dando lata.

La historia de las vacunas es apasionante y el resultado de ellas, sorprendente.

La primera vacuna que se difundió en forma universal se la debemos a “Edwar Jenner”, un médico rural inglés que en 1796, durante el momento de mayor extensión del virus de la viruela en Europa, observó que las recolectoras de leche adquirían ocasionalmente una especie de viruela bovina por el contacto continuado con estos animales y que posteriormente quedaban a salvo de enfermar de viruela común.

Hay antecedentes previos en China desde el S-X, donde prevenían la enfermedad inoculándose deliberadamente de las lesiones de enfermos no muy graves de viruela y evidencias bien documentadas, datan del S-XV.

Las costras desecadas de las lesiones de varicela de casos no muy graves, las molían y las inhalaban, con lo que lograban la inmunización y aquellos audaces evitaron padecer, por lo menos, las formas graves o mortales de la enfermedad. En 1718, Lady Mary Wortley Montagu inoculó a sus propios hijos de esta manera, por lo que se le considera, entre otras cosas, como la introductora del pensamiento vacunal en Europa.

Casi 100 años después, al biólogo francés Louis Pasteur, se le considera el iniciador de la vacuna antirrábica humana en 1885. En ese mismo año, el bacteriólogo español Jaime Ferrán, desarrolla una vacuna anticolérica.

En 1887, Beumer y Peiper comienzan a realizar las primeras pruebas experimentales de una vacuna contra la fiebre tifoidea y en 1892 Haffkine, bacteriólogo ruso nacido en Odessa, preparó la primera vacuna contra la peste.

Posteriormente, la historia es basta y con gratos resultados en el abatimiento de las enfermedades infectocontagiosas, muy en especial en haber evitado las grandes epidemias. Estábamos entrando en la cosecha del cultivo al erradicar graves enfermedades como la viruela, poliomielitis, sarampión, etcétera y gracias al pensamiento obtuso de algunos entes raros, nacieron los grupos antivacunas y hoy son un obstáculo del trabajo de miles de investigadores para lograr frenar lo que a nuestro mundo asola.

El innegable éxito de la vacunación:
En 1966, se registran 20 millones de casos de viruela a nivel mundial y en 1977, se registró el último caso de VIRUELA en México.

En los 50’s se inicia la vacunación contra Tos Ferina, Suecia reportaba 275 casos por c/100,000 habitantes y en 1970, 3 casos por c/100,000 habitantes. México, entre 1999 y 2002, se reportaron solamente 1 a 2 casos por cada millón de habitantes, menor que en muchos países desarrollados y esto gracias a las intensas campañas de vacunación.

Pero en 1979 se abandona la vacunación porque daba mucha reacción, quedando en espera de una vacuna menos reactiva y más segura. Consecuencias: 1980-1983, dramático incremento de caso de Tos ferina: 3370 casos por cada 100 mil niños de 0-4 años.

1990, último caso de Poliomielitis reportada en México.

En 20 años de vacunación se previnieron 52 millones de casos de Sarampión. En 1990 se registran durante 3 años brotes de Sarampión en EU, Europa y México, es por lo que se inició la recomendación de SEGUNDA DOSIS de vacuna contra Sarampión.

Antes del año 2000, los casos de meningitis en niños por Hemofillus influenzae tipo B eran muy frecuentes, graves y los pocos sobrevivientes, quedan con severas secuelas neurológicas. Con la introducción obligatoria de dicha vacuna, en 2002 NO se registró ni un solo caso de Meningitis por HIB en el H.I.M. Federico Gómez, hoy, ya no se ve dicha enfermedad en ningún hospital de México.

Hasta antes de la vacunación obligatoria en el año 2000, ROTAVIRUS era la principal causa de diarrea grave en niños, que ocasionaba múltiples consultas, hospitalizaciones y muerte en menores de un año. Hoy, los variantes de rotavirus continúan ocasionando diarreas, la cual en niños vacunados, suele transcurrir en forma banal y autolimitadas.

La historia de la medicina está plagada de grandes triunfos de la vacunación y se le considera una de las mayores aportaciones de la ciencia a la salud y el principal preventivo de enfermedades infectocontagiosas en conjunto con la higiene y el agua potable.

Las controversias que hoy tenemos con las diversas y nuevas vacunas contra el Covid-19, son solo mitos mal fundados y difundidos por ignorantes o pseudocientificos, lo más triste y preocupante son aquellos colegas del sector salud que se dejan convencer por las fantasiosas teorías de conspiración que solo hablan de lo mal fundado que tienen sus conocimientos.

Desde la edad antigua, algunos visionarios se atrevieron a interpretar el mundo diferente y en la edad media nacieron otros, para que en el renacimiento el mundo cambiara para siempre y el gran desarrollo que hoy tenemos, nació en forma universal en dicha época, desgraciadamente, aún hoy perduran corrientes y personas que se quedaron atoradas en la edad antigua con pensamiento mágico y místico, eso, no lo entiendo.

*El autor es médico pediatra

sicardi53@gmail.com

 

 

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