EL SOPOR DEL BUITRE

Desaparecidos

Por Gerardo Sánchez García*
viernes, 9 de abril de 2021 · 01:54

“¡Gracias a Dios!, ¡encontraron a uno!, alguien regresará a casa”, dice con alegría y ternura al reportero una de las integrantes de la Brigada Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas al revisar su teléfono.

“Nos reportan que en Playas de Rosarito encontraron algo”, agrega refiriéndose a un grupo de buscadores que realizan este jueves labor de campo, es decir aquellos y aquellas que en esta ocasión les tocó el turno de rascar, excavar, buscar entre la tierra la trágica ilusión de -por fin- encontrar al ser querido. En su voz hay esperanza y satisfacción, brillo en sus ojos.

Minutos después suena otro mensaje en su celular. Cambia el rostro y el tono. Expresa desaliento, rabia, desesperación, tristeza en sólo dos palabras: “falsa alarma”.

“Se trataba de restos de un animal”, explica y agrega un detalle que -a quienes somos ajenos a ese infierno de la búsqueda incesante, de la esperanza que nace y muere todos los días-, resulta increíble de entender.

“Van a buscar más abajo, pues a veces para ocultar los cadáveres de las personas ellos colocan restos de animales para confundir a quienes realizan las búsquedas”, dice con la experiencia de años, de meses, de semanas, de días, de horas de tratar de entender a los que ahora nuestras autoridades llaman -con mucho respeto- “generadores de violencia”.

Viles criminales, hdp, cabrones, hijos de la re%$#”, pienso mientras me los imagino divirtiéndose, ocultando, sepultando clandestinamente, destruyendo no sólo a la víctima sino también a sus familiares y amigos a quienes al mismo tiempo los y las condenan al sufrimiento cruel del ir y venir permanente de la incertidumbre, de la esperanza y del nunca jamás.

Patrullar o desfilar
El 22 de marzo en una ceremonia empañada por la protesta de policías municipales en activo y retirados, el XXIII Ayuntamiento de Ensenada recibió física y oficialmente 50 patrullas por parte de Energía Costa Azul, como parte de un donativo total de 500 millones de pesos.

La compra de unidades fue, explicaron las autoridades, una de las necesidades más urgentes en el tema de seguridad pública. PRIORITARIAS, se puntualiza en el mensaje.

Hasta aquí todo parecía una buena y bonita noticia, que arrancaba junto con el Plan Blindaje Ensenada 2021, tan moderno y brillante que ni en Ciudad Gótica lo tienen.

Terminada la ceremonia las patrulla -pick ups, autos sedan y cuatrimotos-, salieron de la explanada municipal con códigos prendidos y sonando las sirenas, tras los banderazos y acompañadas con la música de la Marcha a Zacatecas -o algo muy parecido en lo campirano y revolucionario-.

Cinco días después, el 27 de marzo, quienes tuvimos la fortuna de transitar por la avenida Reforma en esa tarde vimos a las nuevas unidades policíacas en desfile imponente otra vez con códigos y sirenas abiertas, en una exhibición de fuerza policíaca que seguramente estremeció y llenó de “mello” a los delincuentes y los hizo pensar en corregir sus malos pasos.

Sin embargo, el gozo pronto se fue al pozo. Tiempo después, nos enteramos que las patrullas llevan 18 días estacionadas, resguardadas la mayoría de ellas en la Guarnición militar de El Ciprés porque carecen de placas y tarjeta de circulación.

Es lógico y correcto que no se utilicen para patrullar si no cumplen con esos requisitos, pero lo que indigna y encaraona, es que sí las puedan utilizar para apantallar a los ingenuos ciudadanos con desfiles y ceremonias estruendosas.

Salvo que el Plan de Blindaje Ensenada 2021 contemple que los delincuentes vayan hasta donde están las patrullas, se suban en ellas y ahí se queden a esperar que esas unidades puedan circular.

Eso sí sería un programa verdaderamente transformador en el combate a la delincuencia.

Aleluya
En un arranque de fervor de Viernes Santo, el alcalde Armando Ayala Robles pidió a quienes acudieron al inicio de las obras de remodelación del parque del ex ejido Chapultepec tomarse de las manos y rezar un Padre Nuestro.

Discutible si se pisoteó o no la laicidad de un Gobierno, pero irrefutable y lamentable que en un periodo de sana distancia y de evitar contactos por los contagios se pida tomarse de las manos. Ya ni en los verdaderos actos de culto se pide eso…

FRASE
Aquí nos vamos a quedar, hasta que la dignidad se haga costumbre.

(No sé si sea de él, pero esa frase tan chingona la utilizó el profesor Saúl Esparza, morenista que se encuentra en plantón frente a la sede de Morena Ensenada, pidiendo que le expliquen la famosa e ignota encuesta de favoritos)

*El autor es periodista y atlantista

elsopordelbuitre@hotmail.com

 

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