CONVERSEMOS

Un mundo al revés…

Por Ricardo Harte*
viernes, 7 de mayo de 2021 · 00:00

Don Anselmo, Principal de la Comunidad de El Paraíso en Chilón, Chis., baja por un pequeño camino abrupto, a través de las plantas de café que se simulan bajo las sombras de los grandes árboles de la selva chiapaneca.

Detrás de él, lo sigue su hijo mayor, Andrés.
Ambos cargan sendas bolsas de grano de café, ya secado al sol en la plancha de concreto de su comunidad.

Estas bolsas guardan el producto del cultivo de muchos meses de trabajo y son el oro con que podrá la comunidad vivir el resto del año. Meses de lluvias, de plagas, de enfermedades, de accidentes, de contratiempos que tuvo que enfrentar toda la comunidad para poder mantenerse con vida y poder alimentar a los ancianos y a los hijos más pequeños.

Ya lograron superar la plaga de la rolla que diezmó el 80% de sus plantas. Ya lograron rechazar las nuevas plantas que el gobierno estatal pretendía regalarles para sustituir los especímenes enfermos por especímenes sanos, con el peligro de convertir sus plantíos en café de mucho menor calidad. Ya lograron consolidar la cooperativa de crédito, con lo que podrán acceder a ayudas económicas para las futuras siembras. Y ya lograron reducir la migración de sus hijos jóvenes, que asfixiados por la falta de oportunidades, buscaban nuevos horizontes en regiones hostiles.

Todo ello gracias a un trabajo tesonero, comprometido, constante, honrando a la madre tierra con sus diálogos de sembrados y cosechas.

Después de bajar por más de una hora serpenteando por el cerro, Don Anselmo y Andrés llegaron a la orilla de la carretera.

Depositaron suavemente su oro en granos. Se secaron el sudor de la frente y se sentaron sobre unas piedras, a la espera de la camioneta del coyote que les compraría los cuatro sacos.

Callados. Se oía el chillar de las chicharras. Algún ladrido lejano. Apenas una ligera brisa refrescaba el calor fuerte de las dos de la tarde.

Pasada la media hora, se oyó, muy quedo, el run run de un motor, que se fue acercando poco a poco. Minutos después, se detenía al costado de la carretera la camioneta, cargada de bolsas de café, del coyote comprador.

- Muy buenas. ¿Cuántas bolsas tienen?

- Cuatro
- Ah. Ok. A ver, vamos a pesarlas…Mmmmm, la báscula nos dice que son ochenta kilos en total. Entonces, déjeme ver, por treinta y dos pesos el kilo, me da un total de dos mil quinientos sesenta pesos de la nación.

- ¿A treinta y dos el kilo?¿Cómo?- exclamó Don Anselmo- pero si en la última vez estaba a cuarenta y un pesos!!!

- Pues sí…pero ya sabe usted cómo son estas cosas. Yo no fijo el precio. Es el precio del gabacho, allá con sus cuestiones de la bolsa y demás. Pero mire, tengo la camioneta llena, todos lo han aceptado, si a usted no le parece, no hay problema, hay se lo dejo y ya verá usted a quién se lo vende.

Don Anselmo estaba agobiado. Con ese precio no cubría las necesidades de la familia. No podría llevar su hijo más pequeño al médico, no podría comprar más plantas, no podría tener más gallinas, etc.

- Pues…no tengo de otra. Aquí se las dejo. Deme la lana.

Se había cumplido, una vez más, el ritual del despojo. El coyote, la comercializadora, la cafetería, lograban la mayor utilidad por cada gramo de café. El productor, el que plantaba, el que cuidaba, el que cosechaba, recibía las migajas de esas utilidades.

Y el precio del café lo fijaba el capital financiera especulando con alimentos en la bolsa de valores de Nueva York.

Y para ello, una botón de muestra.
Al día de ayer, jueves 6 de Mayo de este año 2021.

De La Jornada, pág. 17:


“ESPECULACIÓN FINANCIERA DISPARA PRECIOS DE GRANOS”.

“…en el caso del maíz blanco…el precio de la tonelada se ha disparado 40 por ciento en lo que va del año y 120 por ciento en los pasados 12 meses…En tanto, de acuerdo con datos de mercados internacionales, con lo que va del año el precio del trigo ha aumentado 28 por ciento, el del café 21 por ciento y el del arroz 12 por ciento…”.

Todo indica que estamos ahogados en la trivialidad de un mundo al revés.

*Arquitecto uruguayo radicado en México desde hace más de 40 años

ricardoharte@yahoo.com.mx

 

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