LA BUFADORA

BUFADORA

Por El Mosquito
viernes, 11 de junio de 2021 · 00:00

 
En Ensenada el Partido Acción Nacional no gana una elección local desde 2007, cuando Pablo Alejo López Núñez se impuso por escaso margen a la alcaldía, y la única votación federal en la que han triunfado en la última década fue la diputación federal que consiguió en 2015, también por una escasa diferencia, Wenceslao Martínez Santos sobre Alfonso Garzón Zatarain del PRI.

 Pero lo ocurrido este 2021 es una catástrofe para los panistas de Baja California, porque su candidata a la gubernatura, María Guadalupe Jones Garay, apenas sumó 95 mil votos, que representan el 8 % de la votación total válida emitida, contra los 192 mil sufragios captados por Óscar Vega Marín en el 2019, que significaron el 22 % de las papeletas marcadas, y muy, pero muy lejos, de los 442 mil 868 votos que registró a su favor en 2013 el ex gobernador Francisco “Kiko” Vega de Lamadrid, lo que refleja que los blanquiazules perdieron más de 345 mil sufragios en 8 años.

Para recuperarse de estos dos descalabros consecutivos a nivel estatal y ocho en el ámbito municipal, los panistas deberán replantear qué tanto valió la pena haber aceptado la imposición de una candidata externa, y evaluar si de ahora en adelante les ayuda mantener su alianza con el PRI y el PRD, porque los números confirman que no le abonaron nada.

Desde que el PAN fue secuestrado por su burocracia interna y se echó a la hamaca cuando sus militantes se metieron a la nómina y los sindicalizaron en el gobierno estatal y los ayuntamientos, producto del nepotismo y el tráfico de influencias, se olvidaron de su doctrina y los dirigentes nacionales empeoraron la situación al utilizar a Baja California como moneda de cambio.

Hoy los llamados pitufos todavía no asimilan la dimensión de sus derrotas luego de tres décadas de ostentar el poder en el estado.

Y, por cierto, ¿qué pasó con todos aquellos militantes que se beneficiaron del PAN con una plaza sindical y no mostraron el mínimo interés en representar a su partido en las casillas?

Sin demonios
Tiene mucha razón la presidenta de la Cámara de Diputados, la priista Dulce María Sauri, cuando asegura que el PRI no es el Judas de la sociedad mexicana; ¡claro que no es el Judas!, pues son el mismísimo diablo.

Sobre los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que podrían buscar la mayoría calificada con legisladores del tricolor en la próxima Legislatura, la diputada afirmó que se trató de una “bola ensalivada”, cuyo objetivo es sembrar duda y dividir a la oposición.

“Podemos decirle bola ensalivada, podemos decirle beso del diablo, pero el hecho es que va hacia sembrar sospecha, y ésto de ninguna manera podemos permitirlo quienes somos priistas y estamos convencidas y convencidos de que el voto del pasado 6 de junio fue a favor de la pluralidad de la ciudad (la Ciudad de México únicamente) y ese es nuestro compromiso”, aseveró.

“Es una manera de tender una sombra sobre el partido, sobre el importante logro que la alianza opositora tuvo en relación a restablecer el equilibrio en la Cámara de Diputados, y de alguna manera señalar al PRI como si fuera el Judas de la ciudadanía mexicana que optó por la pluralidad, y no somos Judas, definitivamente”, reiteró.

Sauri reconoció que el 6 de junio su partido perdió la totalidad de las gubernaturas que estaban en juego. No obstante, subrayó que territorialmente logró avances en coalición con otros partidos, mientras que en estados del norte como Coahuila y Nuevo León, el tricolor refrendó su presencia.

Señaló que esa es la realidad a partir de la cual el PRI tiene que trazar una estrategia, para lo cual es necesario despejar cualquier duda respecto al papel que jugará.

Dijo que los resultados del domingo obligan al tricolor a la reflexión autocrítica, porque si bien aumentó de 17 a 18 por ciento su votación para diputados, no es suficiente para un partido que busca competir y ganar la elección presidencial en 2024.

El llamado de Marina

 Ayer EL VIGÍA publicó que la virtual gobernadora electa Marina del Pilar Ávila Olmeda, hizo un llamado a la reconciliación a la sociedad para desarrollar un gobierno que genere paz social, ambiente político y social de diálogo abierto con otras fuerzas políticas, agrupaciones sociales y organizaciones de poder económico.

“Será un gobierno para todos y todas donde se dará importancia a los puntos de vista y en el que no habrá revanchismos ya que la única meta a lograr es que Baja California progrese, por lo que están abiertas las puertas al diálogo y la concordia a todas las fuerzas políticas bajacalifornianas”, dijo.

Sin duda se trata de un mensaje que denota madurez y alto nivel político, que deja claro que la candidata ya dejó atrás la jornada del domingo y está viendo hacia el futuro.

El exhorto a la reconciliación genera tranquilidad social a algunos organismos, asociaciones o grupos de interés que estaban a la expectativa sobre de cuál será el estilo de gobernar de la primera mujer que estará al frente de del estado, que con lo expresado muestra madurez política.

Ese llamado a la unidad incluye a los no afines a Morena, a candidatos perdedores del domingo y a quienes votaron por ellos, a quienes invitó a trabajar para sacar los proyectos necesarios para mejorar la vida de todos, lo que sin duda refresca el panorama político y contribuye a aliviar el ambiente de tensión que crea toda contienda electoral.

Ojalá y los aludidos le tomen la palabra, porque ya es tiempo que Baja California retome el rumbo de la reactivación económica, la reconstrucción del tejido social y la vida en armonía sin violencia ni incertidumbre.
 

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