¡Ah que buena medicina!

Cuando por la tarde noche del 6 de junio, el aún alcalde consentido Armando Ayala apareció en escena para anunciar triunfante su reelección, lo hizo mostrando el empaque del famoso ungüento conocido coloquialmente para “quitarse el ardor” en la piel, (Vitacilina), como recetándoselo a sus adversarios.

Esa vil grosería y actitud engreída fue tomada por sus críticos – ¡presente! – como de nulo corte democrático, augurando una postura ensoberbecida del reelecto alcalde, quien se ha acostumbrado a emular el estilo pendenciero – por cierto, con pésimo gusto – de su padrino, el gobernador, Jaime Bonilla.

Y pues no pasó mucho tiempo para confirmar ese hecho; en la víspera de recibir su constancia de mayoría, durante un evento público el engreído reelecto vertió reclamos y hasta amenazas veladas a los del Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada, quienes cuestionaron el Blindaje de Seguridad anunciado hace meses por el alcalde, sin que se conocieran hasta el momento su estrategia y menos los resultados.

Molesto por esas declaraciones del sector empresarial, el aún alcalde consentido arremetió (palabras más, palabras menos), contra esos empresarios que les gusta salir en las primeras planas criticando la deficiente gestión en seguridad pública sin contar que, hasta ese día, iban 48 horas sin un asesinato ¡Uf qué logro!

Rafael Chávez Montaño, presidente de la Canaco, quien apareció en primer plano de la portada de El Vigía en la nota donde los empresarios cuestionaron al gobierno municipal, fue invitado al evento donde se presentó el proyecto de reconstrucción del puente de la Av. Reforma y el arroyo El Gallo, acto que el reelecto invadió para su vulgar reclamo, el cual Rafael Chávez aguantó estoica y educadamente.

Pero además, también el reelecto se quejó de que en la campaña política, algunas cámaras empresariales (menos sus “Amicos”), le dieron el mismo trato que a los otros candidatos. ¿Cómo pudo ser eso, si es el alcalde consentido del gobernador? Incluso amenazó a esos empresarios con que pagarán cara esa afrenta.

Si bien han transcurrido 8 días sin una muerte violenta, con las cifras disponibles hasta mayo de 2021, comparándolas con el mismo periodo de 2020, se presenta en Ensenada un incremento del 50% en las víctimas de homicidio doloso; por otra parte, en lo que va del año existe un promedio de 39 robos al mes en vía pública, o sea 1.3 diarios); mientras que en todo 2020 ese promedio fue de 33.24, (1.09 diarios).

Y fue por lo anterior, la preocupación manifiesta de los empresarios publicada en la primera plana de El Vigía; algo que parece le provocó escozor al aún alcalde consentido, por lo cual él también – como en su momento lo comentó Diego Lara, sabiendo para que sirve – debió auto recetarse Vitacilina, esa que cuyo eslogan es: ¡Ah qué buena medicina! Ungüento el que quizá usará frecuentemente en los próximos años.

Porque si bien Armando Ayala podrá presumir su arrollador triunfo, nada le asegura que con el próximo gobierno estatal tendrá los recursos fiscales extraordinarios que su padrino pudo entregarle en su primer periodo como alcalde, lo cual se reflejará en futuras carencias de las que no padeció en esa gestión inicial.

Lo sensato, sería que el reelecto fuera entendiendo los mensajes que envía la futura gobernadora, Marina del Pilar, quien llama a la reconciliación y a combatir la corrupción. ¿Será capaz Armando Ayala de entenderlo, o continuará con su postura de agredir a quienes no lo apoyaron y favorecer a los que sí?

Más pronto que tarde eso se sabrá, porque seguramente empezará a realizar algunos cambios en su equipo de trabajo, sobre todo en aquellas carteras en las cuales cuenta con plenas facultades para su nombramiento; las personalidades que nombre dirán mucho del rumbo que desea darle a su gobierno.

De igual forma y cuando sea el tiempo, el reelecto tendrá que operar políticamente para lograr la mayoría calificada necesaria en los nombramientos aprobados por el Cabildo, en un escenario político distinto al de 2019, en el cual deberá demostrar capacidad para construir la gobernabilidad necesaria. La pregunta es si el alcalde lo entiende, porque de no ser así, de seguro necesitará Vitacilina, ¡Ah que buena Medicina!

FB: Rolando Daniels Pinto

Twitter: @DanielsRoly