ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS

La demolición del kiosco del Parque “Revolución” atentado a la memoria colectiva

Por Jaime Vélez Storey*
jueves, 24 de junio de 2021 · 00:00

El historiador Peter Burke se ha referido a la memoria colectiva como una de las formas en las que el pasado es registrado y recordado entre las colectividades y los grupos sociales. Es la llamada historia social de los recuerdos.

En este caso los de la sociedad ensenadense y, en ella, los que veíamos el Kiosco del Parque “Revolución”, hoy reducido a escombros, como una parte de la memoria ciudadana. Estos son algunos datos del caso.

El diciembre de 2020 las autoridades locales anunciaron un flamante Programa de Mejoramiento Urbano que alcanzaría una inversión de más de 30 millones de pesos en arreglos de infraestructura y remodelación, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU). Entre ellos se contemplaba la conversión del centenario Parque “Revolución” en lo que denominaron la “Plaza del Músico”.

Para esto último decidieron rediseñar un jardín público (una manzana de área verde) que durante más de 100 años los ciudadanos, vecinos y paseantes disfrutaron como lugar de descanso y esparcimiento, e iniciaron su obra “modernizadora” con la arbitraria e inconsulta decisión de demoler el Kiosco histórico del Parque “Revolución”.

Con el efecto consecuente de alterar los andadores originales y las vialidades circundantes, cuyo trazo se remonta a la fundación misma de la ciudad, es decir, a la década de 1890.

En efecto, el viejo Parque “Porfirio Díaz” –su nombre original– se inauguró de manera oficial en 1910, con motivos de las fiestas del Centenario de la Independencia, y fue a lo largo de los años subsecuentes que las antiguas familias de Ensenada le otorgaron una especial valoración estética y afectiva que las autoridades municipales distan de entender.

No sabemos que los arquitectos locales, los académicos, ambientalistas, ecologistas, cronistas e historiadores, vaya, la comunidad científica, ni mucho menos los vecinos y ciudadanos, hayan sido convocados a opinar sobre el impacto de las obras en la zona. La opinión pública de Ensenada no fue consultada sobre la decisión de las autoridades municipales de destruir el Kiosco del Parque Revolución, legado de sus antepasados.

Por lo anterior, me gustaría que nuestros lectores asumieran como imprescindible el preguntarse lo siguiente: ¿Con quién contraen sus compromisos las autoridades municipales? ¿Promueven las expresiones artísticas destruyendo el patrimonio histórico, en aras de una estética “modernizante” cuyo impacto colateral desconocemos? ¿Es adaptable la zona residencial del Parque Revolución a la nueva propuesta llamada “Plaza del Músico”? ¿No debieron anteponer la conservación y restauración a la destrucción? ¿Era el Kiosco un estorbo a los valores del nuevo proyecto?

De las respuestas que se ensayen sobre estas interrogantes con toda seguridad surgirá que las autoridades municipales no procedieron conforme a las leyes, decretos y reglamentos, tanto federales como estatales y municipales relativos a la CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO, CULTURAL Y ÁREAS DE INTERÉS AMBIENTAL. Es esto lo que se debió revisar y consultar desde un principio, antes de la demolición.

En las democracias se suelen consensar los asuntos de conservación urbanística y su realización, de preferencia con la intervención de expertos y ciudadanos; con el trabajo en equipo, interinstitucional e interdisciplinario.

Con organizaciones vecinales y mediante reuniones de trabajo cuadra por cuadra y casa por casa, en la convicción y la seguridad de que lo que está de por medio es la armonía y la convivencia en la que anhelan vivir y convivir los ciudadanos. Esto suele ser saludable en democracia.

*Director del Centro INAH-BC
 

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