Cálculo y realidad

Cada vez que los gobernantes elaboran su Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para el siguiente año, siempre le prometen dos cosas a la población, en el sentido de que no habrá aumento de impuestos, y que el país registrará un crecimiento económico significativo, casi siempre cercano al 5 por ciento; sin embargo, aunque la llamada macroeconomía presume de estabilidad, incluso se destaca el monto de las reservas en dólares del Banco de México, es en la microeconomía donde la gente no advierte que mejoren sus ingresos.

Por ejemplo, Ensenada es una ciudad y puerto donde sus habitantes pagan en ciertas zonas de la ciudad y valles circunvecinos, tarifas que son para turistas extranjeros que obviamente tienen mucho mayor poder adquisitivo, y eso las autoridades no lo miden ni lo regulan, aunque se trate del mismo producto, cuyo valor cambia por el sitio en el que se vende.

Es por eso que resulta poco trascendente que la Secretaría de Hacienda estime un crecimiento de 4.1 por ciento en el Paquete Económico 2022, y el presidente Andrés Manuel López Obrador se muestre optimista y diga que será de 5 por ciento.

“Es muy profesional el documento que se entregó, realista, nos permite tener ingresos para financiar obras, programas, no aumentar la deuda, no aumentan impuestos, no hay gasolinazos, es un buen presupuesto”, señaló el mandatario federal.

“Y los pronósticos de crecimiento se van a cumplir, se estima que vamos a crecer más del seis por ciento este año o alrededor del seis por ciento, mi estimación que es un poco más optimista de lo que se presentó en el Paquete Económico, es de que vamos a crecer al cinco por ciento el año próximo, que es un poco más arriba de lo que se presentó en la Cámara”, pronosticó.

En su último libro, “A la mitad del camino”, el presidente reconoció que no podrá cumplir su promesa sobre crecimiento económico, ya que el país no será capaz de conseguir el 4 por ciento anual que ofreció en campaña.

“Sin querer excusarme con la pandemia, lo cierto es que la Covid-19 afectó la economía de todos los países del mundo; en nuestro caso, en 2020 decrecimos en 8.5 por ciento, algo que no se había padecido en México desde 1933. También por un factor llegado del exterior, la economía del país se hundió y es muy difícil cumplir el compromiso de crecer al 4 por ciento anual”, señala.

“Sin embargo, no tengo duda de que, gracias a nuestra estrategia para enfrentar la crisis, sin deuda y ayudando a los más pobres, creceremos no a la tasa que proyectamos antes de la pandemia, pero sí al 2 por ciento anual en promedio durante el sexenio”.

López Obrador consideró que la propuesta de Presupuesto enviada a la Cámara de Diputados es equilibrada y busca garantizar el financiamiento de los programas de bienestar y las obras prioritarias de su Administración, entre las que se encuentran el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas cuyas ubicaciones están en puntos perfectamente ubicados en el país.

Pero México es inmensamente grande.