LA VERDAD SEA DICHA

Presidentes municipales

Por: Guillermo Hurtado Aviña
miércoles, 15 de septiembre de 2021 · 00:07

En Ensenada ha habido, como en todos los municipios del país, presidentes municipales buenos, regulares y malos…ah, y también muy malos.

En esta ocasión me referiré, por cuestión de espacio, a dos presidentes escogidos al azar: Gilberto Hirata y a Marco Novelo, quienes se encuadran en la categoría de… diga usted en cual.

GILBERTO fue presidente del PRI municipal y en ese puesto dio rienda suelta a su forma de ser, a su carácter tímido, de tal suerte que si López Obrador lo hubiera conocido en ese tiempo, lo habría llamado florero, y sería el primer florero reconocido en la política. Sí, cuando se le trataba un asunto miraba y se agachaba, como dicen que lo hacen las muchachas de Pénjamo.

Aun así fue presidente municipal, un presidente sin equipo propio de colaboradores, por lo que tuvo que echarse en brazos de la gente de Daniel Quintero, por eso los principales funcionarios no le tenían lealtad; el caso es que lo rodearon y abusaron de su falta de carácter y de no tener capacidad para gobernar. Ahora está con un pie en la cárcel, atenido a lo que se resuelva en el amparo que tiene interpuesto.

HIRATA no supo solucionar el conflicto de La Bufadora, vamos, ni quiera lo entendió, pero no quiso la ayuda de quien sí sabía cómo resolverlo. Pero algo más grave, Sindicatura lo acusa penalmente de desviación de una gran cantidad de dinero, acusación que lo tiene con pie y medio dentro de una confortable celda en la cárcel estatal.

NOVELO no tenía militancia priista pero, por esas cosas raras de la vida, un día resultó candidato a diputado por ese partido. Llamó la atención de los presentes cundo hizo su aparición en el salón de actos del partido, nadie lo conocía, por lo que casi todos los presentes se preguntaban quién era ese tipo que no sabía ni en dónde quedaba el baño; señal de que jamás se había parado en las instalaciones del partido.

Al poco rato se supo que era el candidato a diputado por el PRI, lo cual causó sorpresa cuando no irritación de los auténticos militantes y, para colmo, resultó ganador, un ganador que nunca supo en qué consistía su trabajo, al grado de declarar en una reunión que el congreso no había fijado los límites entre Playas y Ensenada, porque no se había expedido el Estatuto Territorial. El flamante diputado no sabía, ni idea tenía, de que precisamente en ese Estatuto era en donde habrían de quedar fijados esos límites.

Para colmo de la desgracia de los sufridos ensenadenses, este no priista resultó ganador de la presidencia municipal de nuestra ciudad.

Pero quién era Marco Novelo, pues un tipo que durante su campaña se mostraba cordial, simpático, bueno, es un decir, pero en cuanto ganó sacó a relucir su verdadera personalidad; se mostró como un tipo sangrón, pagado de sí mismo, soberbio, a grado tal que se sintió como si en realidad fuera un presidente a quien la gente debía querer.

Al terminar su gestión, hay que reconocerlo, ganó, sí, ganó una petición ante el Congreso del Estado, de juicio político que promovieron ciudadanos, además de una inhabilitación por un término de diez años para ocupar un cargo político, que le endilgó Sindicatura Municipal.

Ambos presidentes fueron un fiasco, y debe servir de jalón de orejas al PRI para que no vuelvan a cometer esos errores garrafales como los aquí referidos, al designar candidatos, pues esta visto que a partir de este par, este partido no ha dado una.

¿Tengo razón? …¡Gracias!
 

...

Comentarios