CRÍTICA DE LA RAZÓN CÍNICA

La tradición de Chiapas en Ensenada Yekkan artesanías*

Por: Rael Salvador
viernes, 17 de septiembre de 2021 · 00:00


“Yekkan” es una palabra nacida del telar madre; náhuatl en su origen, su suavidad consonante, casi magia, casi fiesta, hace del espacio donde se pronuncia una estancia plácida, porque su significado es “lugar que abriga”.

Y nombre más revelador no podría encontrar para reavivar el espíritu de Chiapas en Ensenada… porque “Yekkan” (ubicado en Plaza Artesanal, en el Blvd. Costero, local #6) es un punto de accesorios comunitarios y prendas artesanales donde el encanto singular es el referente de la tejeduría de la gran tradición del sur de México.

Enseres y prendas que surgen de esos pequeños talleres, no industriales, de la zonas remotas –auténticos paraísos rurales– del Chiapas mágico, teñidas al natural y anudadas en la práctica de la herencia del telar, por manos fértiles que en otro tiempo ofrendaron vestimenta al espíritu, un sueño que hasta el día de hoy conserva su vigencia y realidad.

Tejidos, bordados, decoraciones, texturas, costuras al modo típico; es decir, fundamentadas en una cosmogonía donde la memoria, la poesía y el mito continúan sorprendiéndonos por su actualidad, autenticidad y utilidad.

Urdimbre de luz, pasamanería con oficio de tierra y consejo de madre, con hilos de permanencia –voz que nos habla desde el fondo de los tiempos–, cuentecillas de astros y alegría de plumas; todo con sutileza y armonía, como viste la humildad y luce el orgullo. Ante los espejos de agua y la fertilidad de la histórica cieba, el encanto de la elegancia resalta la fascinación de la mujer nativa y otorga el refinado gusto de la naturalidad.

Huipiles, ponchos, blusas y telares de cuello (con simbología Maya), chaquetas labradas, morrales tornasoles, cinturones, carteras y monederos de telar, fajas tejidas, revestimientos, dobladillos, correas enhebradas, animalarios y muñecas de paño, collares, aretes, pulseras, sombreros urdidos en flores y ribetes, festones y cintas; tortilleros bordados, que no deben faltar en la Cocina Mexicana y para los amantes de los libros, un amplio surtido de inusitados “separadores” pespunteados en diseños de hojas y plantas; tramas y brocados que acompañan las hileras verticales de las prendas, auténticas lluvias cromáticas, que elevan la inspiración de los atuendos a la condición de arte.

Como refiere, en un gesto de fraternidad y reconocimiento –acentuado en solidaridad–, la propietaria de la marca “Yekkan”, Raquel Gallegos: “Hermosa artesanía y orfebrería, hecha con amor y dedicación por nuestras artesanas mexicanas”.

(*“Yekkan” Artesanías estará como expositor en el “Festival Patrio” –promovido por ENS Entertainment– este fin de semana, los días 17, 18 y 19 septiembre, en la Ventana al Mar, en un evento familiar al aire libre, con música en vivo y muchas sorpresas, celebrando el Mes de la Patria.)

Desde un rincón étnico de Chiapas –ya sea el municipio indígena de Oxchuc, San Andrés Larraizar, Zinacantán o San Cristóbal de la Casas–, la tradición se trenza con la cultura urbana de Ensenada, detalle que brinda riqueza y labra un cercano horizonte, maridando el pasado con el presente: al entrecruzar los caminos, se ofrece una visión de conjunto, fortaleciendo la encomienda espiritual de nuestros predecesores.

Con filamentos de esta tradición, nuestro linaje también se escribe en páginas de tela: retales de bordado que, anudados por manos ancestrales, enhebran los más diversos sueños originarios; hilos que afloran de los telares mágicos en forma de prendas únicas –noble y majestuoso legado inscrito en usanza textil–, ilustrando de vivacidad y colorido la herencia sagrada de las comunidades del Sur. Hermosas en sí mismas, las telas tejidas revigorizan, a partir de sus detalles naturales y patrones cósmicos, el sentido de nuestra raíz y pertenencia.

raelart@hotmail.com

 

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